José Miguel Najul | LA PRENSA.- “Venezuela tendrá pronto un gobierno progresista. Tenemos como norte salvar a Venezuela, tomar las riendas y ser gobierno en Venezuela”.
“Cuando vengan las primarias presidenciales les vamos a mostrar que lo que es del cura va para la iglesia”. Con estas frases, hilvanadas en un discurso envuelto en el frenesí de la militancia de Avanzada Progresista (AP), el gobernador Henri Falcón, lanzó, sin decirlo explícitamente, su precandidatura presidencial en Venezuela.
El mandatario regional exclamaba a los militantes, funcionarios y simpatizantes que asistieron al Domo Bolivariano, sede de un acto pleno de música, luces, gritos y consignas.
Con sutileza, comenzó a verse una nueva simbología en la militancia progresista. El mensaje de “Lara progresista” estampado en las tradicionales gorras negras que usan los adeptos a AP ahora fue sustituido por un “Venezuela progresista”, algo parecido al nuevo slogan oficial de la gestión, que hace casi un trimestre pasó a ser “Lara se siente”.
Tampoco escasearon las indirectas. Falcón aseguró que son una “oposición con posición” y que él no es “títere de nadie”. Asegura que es un político que anda “sin sifrinismos” porque “hay muchos que se la tiran de líderes desde los escenarios de Caracas, desde una oficina o desde una sala de redacción (…) que vayan a meterse al barrio”.
“Hay gente que nos tiene temor. Porque este capocho, este campesino les va a marcar la pauta por los próximos años y ellos lo saben”, exclamó el mandatario.
Oficialmente, Falcón relanzó su candidatura a los comicios regionales, que estarían planteados para este año 2017. Como han cumplido con el proceso de validación
exigen a la Mesa de la Unidad la convocatoria a primarias.
Para ello, esbozaron una maqueta con 10 candidatos, que quieren medirse, pero que estarían dispuestos a ceder en regiones en las que retornen líderes naturales que hoy ven con dificultad una candidatura.