Daimar Díaz | LA PRENSA de Lara.- Sólo 150 de los 250 comercios con los que cuenta Sanare, capital del municipio Andrés Eloy Blanco se encuentran activos debido a los prolongados cortes eléctricos que sufren. De hecho, un total de 25 negocios se declararon en quiebra por los apagones y esto tiene aterrado a los dueños de bodegas, abastos, ventas de diferentes artículos y ferreterías.
Detallan los comerciantes que el racionamiento eléctrico que les aplican desde el mega apagón de marzo es de 6 a 9 horas, siendo los locales que comercializan lácteos o alimentos los más afectados, ya que han tenido grandes pérdidas de sus productos por no tener cómo refrigerarlos mientras que otros sufren porque no tienen operativos los puntos de ventas.
Félix Saavedra, presidente de la Asociación de Trabajadores y Productores del campo en Sanare, manifestó que los establecimientos ya presentan escasez de productos porque los cortes eléctricos no los deja trabajar a máxima capacidad y por ende los ingresos para reponer inventario no son los mismos.
«Todos los días quitan la luz y no en el horario establecido, o como dicen que está planificado, sino de día, y esto ha ocasionado el desplome de la economía en el municipio», puntualizó Saavedra, quien también expresó que el factor transporte ha contribuido con el declive y quiebre de los comercios. «Muchos de los comerciantes dependen del transporte, pero la escasez de gasolina complica todo. De verdad la situación es ruda porque ahora ni los buses suben para Sanare», confesó.
En el caso de las ferreterías, Saavedra señaló que se mantienen laborando porque algunas cuentan con plantas eléctricas, pero los precios son un 40% mayor que en Barquisimeto, «Los comerciantes como tienen bajas ventas buscan ganar lo que han perdido durante el día con un solo producto que logren vender», aseveró
Jesús Puerta, habitante, comentó que los apagones y la situación de los comerciantes los tienen pasando hambre. «Por los cortes de luz tenemos que comprar la comida a diario, pero la mayoría de las veces es casi imposible porque las colas son muy largas y el punto muy lento«, aseveró
Nueva moneda
Con las bajas de los comercios los pobladores del municipio han optado por la alternativa del trueque o intercambio para poder abastecerse de alimentos.
Los sanareños recurren una especie de «nueva moneda» basada en kilos de café y caraotas los cuales son cambiados a comerciantes del Mercado Mayorista de Barquisimeto por diferentes víveres. Según cuentan comerciantes y habitantes consultados, desde la capital de Lara llegan a Sanare comerciantes que intercambia productos como harina, arroz, pasta, azúcar y sal por los granos.
Destacan que por cada cuatro kilos de café reciben un kilo de harina de maíz precocida, mientras que al intercambiar dos kilos de caraotas les es entregado un kilo de pasta.
Este tipo de comercios se realiza, dos veces a la semana y lo realizan en el mercado de calle que se realiza en una de las avenidas de Sanare o en la misma plaza Bolívar.
Las bombonas de gas es otro de los productos que es cancelado con la producción de los rubros antes mencionados, pues sus habitantes denuncian que no cuentan con la distribución del gas doméstico y eso depende de lo que siembran.
«La producción de rubros como la caraota o el café no generan los ingresos requeridos y los intercambios algunas veces dejan pérdida del 40% de lo invertido», informó Saavedra.