Osman Rojas D | LA PRENSA de Lara.- La contaminación sigue presente en los hospitales públicos del estado. De acuerdo a lo denunciado por los trabajadores de centros especializados, en estos momentos las instituciones de salud son aseadas con agua, pues ninguna cuenta con presupuesto para comprar cloro o jabón.
«Se hace lo que se puede y con lo que se tiene. Los quirófanos son limpiados con jabón líquido porque los familiares de pacientes hospitalizados compran los insumos«, decía una de las trabajadoras del Antonio María Pineda, quien señala que de no ser por el aporte de los mismos enfermos, el centro asistencial se limpiara «sólo con coletos», pues hay días en los que hasta el agua falla.
René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara, ha denunciado en reiteradas ocasiones los problemas que tienen los centros públicos para poder limpiar los centros asistenciales y señala que esta es una de las razones principales por las cuales dentro de los hospitales se siguen registrando contaminaciones como la Serratia marcescens (bacteria que apareció en el 2016 en el Pediátrico y al que se le asocia con la muerte de al menos 24 personas), microorganismo que es controlado con limpieza profunda.
«Los hospitales no cuentan con los insumos de limpieza básico y eso es algo delicado porque es la integridad de los enfermos la que se ve comprometida», señala el doctor Rivas.
Tan precarias son las condiciones de limpieza dentro de los centros públicos que, hasta el pasado mes de julio, el Hospital Pediátrico había registrado 24 casos de serratia.
El central contabilizaba otros 12 contagios mientras que la semana pasada el Seguro Social había visto cómo la sala de parto de la institución era cerrada por un brote de aguas negras. En todos los casos de contaminación se registraba un patrón común y es que: los hospitales no cuentan con los insumos para poder mantener limpias las áreas críticas.
De acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial para la Salud (OMS) los espacios de pabellón y sala de parto deben ser esterilizadas una vez al día y, de forma semanal, se deben hacer lavados profundos; sin embargo, eso en los hospitales no se cumple, pues apenas hay agua para limpiar los pisos.