Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Haciendo de tripas corazón para mantener su loable labor están los comedores populares en Barquisimeto, debido a que la demanda de comida por personas vulnerables ha aumentado, pero los donativos se han reducido.
Y es que la crisis que atraviesa el país ha obligado a los fundadores y colaboradores de estos espacios a redoblar sus esfuerzos, debido a que las donaciones en grandes cantidades se han reducido a causa de las dificultades que hay para entregarlas.
Tal es el caso del comedor popular de Cerro Gordo, donde su fundador Frank Alvarado asegura que «las donaciones las hay, pero hay muchas dificultades para buscarlas, porque si están en Cabudare se dificulta el traslado por la falta de gasolina», recalca que ha tenido que organizar las jornadas los sábados y no a diario como en añ;os anteriores. En este comedor se atienden unas 75 personas.
Otro de los comedores populares que también ha incrementado en su demanda es el de Paquita, ubicado en la carrera 13 con calle 43, el voluntariado asegura que cada vez son más las personas que van a recibir el almuerzo, ya que para algunos es la única comida que ingieren en el día.
«Hacemos lo posible por darles a todos, siempre tenemos para darle y es una tarea que hacemos de lunes a viernes, cada vez son más personas las que vienen, no son sólo personas mayores, sino también familias completas», dice Eleva Ravasio (Paquita).
En el comedor de Paquita a diario se atienden aproximadamente a 1200 personas, antes de pandemia atendían a 1000 por lo que aumentó la demanda y aunque reciben donaciones estas no llegan con la misma cantidad o frecuencia con la que se recibía en añ;os anteriores.