Anaís Mendoza | LA PRENSA.- La cuesta Santa Rosa, la redoma y sus alrededores se ha vuelto muy peligrosa para los conductores. Es una guillotina sobre todo en la madrugada y La Prensa no es la primera vez que reporta esta situación de inseguridad en la zona este de Barquisimeto.
Desde hace más de un mes, un grupo delictivo lleva operando en el lugar. El modo en el que atacan es que obstruyen la vía (sea en dirección hacia la autopista, Intercomunal Barquisimeto-Cabudare o hacía la avenida Lara) con barricadas, obligan a los conductores a bajar la velocidad y frenar para luego despojarlos.
Las gandolas de carga pesada son el objetivo aunque también se han reportado ataques a camionetas y camiones.
Los delincuentes están armados hasta los dientes y por eso someten a las víctimas. Los hampones se aprovechan de que no hay luz por el lugar para cometer sus fechorías.
La noche del 23 de agosto, un transportista que manejaba por el lugar, a las 2 de la mañana fue obstaculizado por una barricada. El señor trató de huir y por eso retrocedió, pero cuatro delincuentes se acercaron hasta donde estaba y lograron pararlo.
Los tipos lograron metérsele en el asiento de la unidad que manejaba y lo encapucharon, mientras que uno de los delincuentes tomó el volante y le preguntó dónde tenía la plata.
Pero como el señor no les contestaba comenzaron a despojarlo de su teléfono y sus pertenencias, todo esto mientras conducían por la carretera.
Después de una hora los hampones se estacionaron por el puente Yacural, y ahí se bajaron y en pocos minutos le comenzaron a quitarle los cauchos.
Cuentan algunas personas que todo esto comenzó desde que comenzaron las protestas por contra el gobierno nacional entre abril y julio.
Callados
Los vecinos que estaban ayer en la mañana y observaban el cuerpo de Julián tirado no daban detalles y estaban como nerviosos.
“No sabemos nada de lo que pasó”, comentó una mujer mientras miraba el cuerpo.