Isabella Delgado | LA PRENSA.- El llenadero Jacinto Lara amaneció vacío. En torno a las válvulas de distribución de agua potable no se hizo cola de cisternas como de costumbre. Los 50 cisterneros que transportan agua a comunidades del norte y oeste Barquisimeto, Pavia y centros públicos se declararon en paro.
El paro de actividades es una forma de protesta contra la no renovación de la contratación venida el 31 de diciembre y retraso en el pago de los viajes hechos durante las últimas 12 semanas del año 2016. “Empezamos el 2017 sin contrato. Esto es un paro forzado, que no le conviene a nadie, pero que tenemos que hacerlo porque necesitamos el pago. Somos padres de familia”, destacó Derwin Pérez, cisternero de la cooperativa Aguas de Lara, desde el llenadero.
El ingeniero Pedro Sánchez, presidente encargado de Hidrolara, informó que el nuevo tabulador está siendo discutido con las cooperativas prestadoras de servicio, que ya presentaron una propuesta económica. Destacó que ya el equipo técnico que la hidrológica la está analizando desde el punto de vista técnico. “Ellos hacen una propuesta de pago alta, debido a la situación país y por el encarecimiento de cauchos y baterías. Eso se entiende, pero estamos buscando un punto de equilibrio”, destacó.
Sobre la deuda, destacó que ambas partes conocen que en el proceso de pago siempre hay demoras. Aseguró que el dinero de las semanas que adeudan está dentro del camino normal de los pagos.