Osman Rojas | LA PRENSA.- Los hospitales del estado Lara se han convertido en un blanco fácil para la delincuencia. La falta de patrullaje en las noches y la vulnerabilidad de cercas perimetrales convierte a las instituciones de salud en un bocado apetitoso para los amigos de lo ajeno. Esta vez fue el hospital Luis Gómez López el que sufrió los embates de la delincuencia.
Entre la madrugada del viernes de la semana pasada y el martes de la presente, cinco compresores de aires acondicionados fueron robados lo que obligó a las autoridades a detener, de manera temporal, las intervenciones quirúrgicas.
“De los cinco compresores robados tres eran del área de pabellón. Ahora sólo tenemos dos equipos operativos y con eso no podemos operar”, lamentó la doctora Alecia Nass, directora del Luis Gómez López.
La especialista explicó que el centro de salud cuenta con una brigada hospitalaria que sólo dispone de siete policías que deben cumplir los turnos de forma rotativa.
“En las noches hay dos o tres oficiales nada más. Nosotros pedimos encarecidamente que se nos brinde apoyo y se refuerce el patrullaje en horas de la noche”, detalló.
Esta es la quinta vez, en lo que va de año, que el hospital es robado. En las otras cuatro ocasiones los delincuentes también fueron por los aires y el cableado del hospital.
Las autoridades hacen un llamado a Polilara para que visite más seguido el hospital y es que, hace un mes, Ascardio (ubicado al lado del Gómez López) también fue robado.