Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Cuatro mil buhoneros que estaban a lo largo de las carreras 20 y 21 fueron desalojados por la Policía Municipal de Iribarren el lunes 3 de enero y desde entonces los funcionarios les impiden instalar sus tarantines o deambular por la zona. Varias concentraciones frente a la alcaldía han protagonizado para exigir los dejen laborar, considerando que el presidente, Nicolás Maduro, extendió la flexibilización de la cuarentena.
«Lo que queremos es comer Luis Jonás Reyes, tenemos hijos que mantener. Nosotros te dimos el voto para que volvieras a ser alcalde, ahora déjanos trabajar», exclamó Maryori Corrales, una mujer con discapacidad que lleva 10 años vendiendo chucherías en la avenida 20, a la altura de la calle 25.
«Nos quieren mandar para el Obelisco o para Pavia, algo que no vamos a aceptar. Donde hay movimiento de gente es en el centro de la ciudad», comunicó Orlando Baudilio, quien tiene un puesto de perros calientes en la calle 37 entre carreras 18 y 19.
Gregorio Escalona contó, que en diciembre funcionarios de Mercados de Abastecimiento y Semat pasaron cobrando un impuesto de 5 dólares o el equivalente en bolívares por buhonero para dejarlos permanecer en el centro durante el mes más movido en las ventas.
Este sábado, los comerciantes intentaron instalar sus tarantines, pero tampoco se lo permitieron.