El Guaro Mirón | LA PRENSA.- ¡Feliz y productivo domingo a mis fieles y queridos lectores de La Prensa! Últimamente estoy de lleno en la onda deportiva con eso de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) y nuestros Guaros de Lara y también con el Clásico Mundial de Béisbol 2017.
Por eso esta semana decidí tocar el tema de los gimnasios deportivos que funcionan en distintas zonas de mi querida tierra, ya que me han llegado denuncias de mi gente en las comunidades asegurando que el gobierno regional no le mete la mano al mantenimiento de las instalaciones y la inseguridad los va desvalijando poco a poco.
Me llegué directo hasta el Velódromo Héctor Alvarado donde me esperaba mi panita José Moreno, presidente de la junta directiva y me contó que ante la ausencia de los
cuerpos policiales, los amigos de lo ajeno cargaron con las pocetas y el cableado eléctrico en diciembre.
“Guaro esto no se soporta, aquí practicamos a merced del hampa porque ni rondas policiales se observan”, me dijo preocupado Moreno, que a raíz de esta situación optaron por culminar las prácticas a las 5 de la tarde porque más de 30 bombillos se apagaron definitivamente.
Un escenario similar existe en el Polideportivo Máximo Viloria, ya que las gradas se encuentran más estropeadas que la carretera vieja hacia Carora y por poquito se cae un pedazo del techo. Aproveche y conversé con la señora Dilmary Guédez, una representante que observaba la práctica de fútbol de su hijo.
“Ay guaro por aquí nadie se asoma, yo tengo más de 3 años asistiendo a diario y todo va de mal en peor. El apoyo al deporte por parte del gobierno es puro show”, se quejó mi estimada Dilmary, quien añadió que el talento deportivo guaro se está desperdiciando por estas situaciones ya que no existe apoyo verdadero.