sábado, 23 noviembre 2024
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Un venezolano forma catadores de chocolates en Paraguay

Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Imaginar a un grupo de paraguayos aprendiendo sobre pueblos venezolanos como Caripe, Caripito, Carenero, Río Caribe o Paria es una realidad. Esto gracias a las catas de chocolates que imparte José Alejandro Rodríguez como parte de las actividades para promover la cultura del cacao.

Oriundo del estado Monagas, Rodríguez cursó una licenciatura en tecnología de alimentos. Tras terminar sus estudios decidió abocarse a la chocolatería, poniendo en práctica sus conocimientos académicos y los recursos del entorno. Empezó haciendo tabletas y terminó abriendo una escuela de chocolatería en Maturín.

Un destino al que no había llegado el chocolate venezolano: Paraguay

Al igual que otros venezolanos, el ahora especialista en chocolates pensó varias veces en salir de Venezuela y establecerse en otro país que le ofreciera nuevas oportunidades. La posibilidad llegaría de manos de una empresa extranjera interesada en promover el cacao de origen en Paraguay, un país al que Rodríguez nunca había considerado mudarse y del cual solo había escuchado por su afición por el fútbol.

Llegó a La Asunción en 2019. Asegura que el proceso fue bastante rápido. Comenta que fue recibido de manera amable por los paraguayos y la buena disposición que -dice- tienen con los extranjeros. Unirse a un equipo de beisbol y sumarse a la Asociación de venezolanos en Paraguay le permitió estar en contacto frecuente con sus paisanos.& ;& ;

Cuando tenía solo meses de haberse mudado a Paraguay se decretó la pandemia por covid-19, lo que paralizó el proyecto que había llevado a Rodríguez a Paraguay y le obligó a reinventarse. En ese momento surgió la idea de educar sobre chocolatería a través de cursos y talleres online, lo que llamó la atención de los paraguayos.

Paraguay tiene mucho potencial para educar sobre chocolatería

En 2022 José Alejandro Rodríguez abrió en Paraguay su taller de chocolatería artesanal llamado Cacao Legacy, una de las primeras marcas en ese país que elabora tabletas de chocolate trabajando desde el grano. La puso a andar junto a su novia Violeta Benitez, joven paraguaya y ex tripulante de cabina, quien se contagió de la pasión que el venezolano transmite por el chocolate.& ;

«Paraguay tiene de vecino a Brasil, un gigante de la chocolatería. Todo lo que hasta ahora conocen y consumen en chocolates viene de allá. Por eso están muy acostumbrados al chocolate industrial de menor calidad, pero conocen poco del buen chocolate, hecho a partir del grano de cacao, con altos porcentajes, cuidando los procesos y sin grasas añadidas», relata Rodríguez para El Diario.& ;

Para trabajar su marca de chocolates artesanales, Rodríguez y su pareja viajan hasta Foz de Iguazú, región brasileña fronteriza con Paraguay y Argentina, en busca de granos de cacao de calidad; materia prima para los pequeños lotes de barras de chocolate que producen trabajando el proceso completo, desde el grano hasta las tabletas y bombones.& ;

«Cuando llegué no conseguía nada de chocolate de calidad. Quienes trabajamos procesando chocolates desde el grano, tenemos que buscar materia prima en el exterior, porque en Paraguay no hay condiciones climáticas para el cultivo del cacao, y la importación es de chocolate industrial. Por ese escaso conocimiento en el área de apreciación sensorial yo me convierto en pionero, cuando empiezo a principios de 2023 a dar conversatorios y catas de chocolates acá», destaca.& ;

Según su percepción, Paraguay tiene mucho potencial para el aprendizaje sobre chocolatería, porque está viviendo una movida gastronómica que está comenzando. Los comensales que llegan a sus catas suelen ser entusiastas, quienes ya han asistido a catas de vinos y cervezas, y de ahí se van interesando por conocer otros productos desde el origen, dando espacio a sus primeros pasos en las degustaciones de chocolates.& ;

El chocolate venezolano viaja en maletas

En Venezuela, Rodríguez trabajaba con cacaos de diferentes zonas: Caripito, de Monagas; Carenero, de Miranda; Rio Caribe, de Sucre; y Barinitas, de Barinas. En Paraguay trata de enseñarles a sus comensales las características sensoriales de cada uno de estos cacaos venezolanos. Les habla de sus aromas, sabores, de las características geográficas de esas zonas y les compara con los cacaos brasileños de las regiones de Bahía Del Sur y Pará, que son granos con otros perfiles en nariz y en boca.& ;

El experto apunta a que los paraguayos conozcan las notas de cata de los chocolates hechos con granos venezolanos, conocidos como cacaos finos de aroma por la amplia gama de olores y sabores que evocan. Para ello, le pide a cualquier conocido que vaya a visitarlo que le acerque algunos kilos de chocolate semiprocesado por sus padres en Monagas. De ahí obtiene materia prima para desarrollar chocolates para sus catas y que el público de sus encuentros gastronómicos puedan degustar los matices del grano criollo.& ;

«Cuando mi mamá me visitó en octubre de este 2022, me trajo en la maleta unos kilos chocolate hecho con cacao de Barinas, y con esa base logramos trabajar unas barras aquí; fue un micro lote bien interesante que dejamos solo para catas. Cuando el paraguayo prueba nuestro cacao, describe características desconocidas para ellos, porque son otros perfiles que aquí en el sur no encontramos. El cacao brasilero es variedad forastera, más contundente en boca, aunque, si es de calidad, puede llegar hasta notas florales. Mientras en Venezuela es una variedad más acriollada, con sabores frutales y mucho aroma», relata el especialista, sobre cómo logra llevar chocolate desde Venezuela a Paraguay.& ;

Paraguay continúa recibiendo venezolanos& ;

Según cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes, en los últimos años el flujo de personas desde Venezuela hacia Paraguay tuvo un incremento lento, pero sostenido, en relación con los demás países de la región. En julio de 2022, la organización contabilizaba más de 5.700 personas venezolanas residenciadas en Paraguay, en contraste con las 3.800 que había en octubre de 2019 por ese mismo ente.& ;

José Alejandro Rodríguez es parte de esas cifras. Llegó a Paraguay con otra visión, pero ahora su sueño es formar chocolateros que se interesen por hacer tabletas desde el grano y que aumente finalmente la demanda de cacao de origen en el país, con la idea de en un futuro cercano poder empezar a importar lotes de granos venezolanos, e introducir los sabores de los pueblos cacaoteros de Venezuela en la capital paraguaya.& ;

Fuente Informativa: El Diario

 

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