Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA.- Una condición o discapacidad no es impedimento para que puedan llevar las riendas de su vida. Como seres de derecho y sin impedimentos para ejercer su autonomía, es la imagen que desea proyectar la Fundación «Sólo faltas tú» sobre las personas con la condición del espectro autista, pues a pesar de tener un diagnóstico relacionado con dificultades de comunicación y comportamiento, este no debería ser determinante para no desarrollar su independencia.
«Las personas con autismo merecen toda la acogida y el apoyo que podamos ofrecerles que les permitan desarrollar sus capacidades y talentos, que le faciliten sus desafíos y que les permitan ser felices en plenitud», fue el llamado de la doctora Angélica Torres, presidenta de la fundación que junto con la doctora Amanda Duin, pediatra puericultor adolescentólogo, buscan crear conciencia sobre esta condición.
Pero esto no es solamente un trabajo de sensibilización, pues para alcanzar la autonomía, las personas autistas necesitan que muchos de sus derechos no sean violentados. Derechos como a un diagnóstico precoz, a una educación accesible e incluso a la oportunidad de desenvolvimiento laboral.
A pesar de que no abunden legislaciones para la protección de estos principios, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD) defiende y reconoce en su artículo 3 el derecho de las personas con discapacidades a la autonomía individual y a la independencia, lo que le otorga un marco jurídico a la libertad de desarrollo de estas personas.
Poder hacer elecciones a conciencia propia, tomar decisiones y asumir las consecuencias de las mismas, son claros ejemplos de la autonomía, viéndolo tanto del punto de vista moral como propio de las capacidades individuales, esto para que puedan desarrollar un proyecto vital basado en su identidad personal y tener control sobre el mismo.
Estas van desde las tareas más sencillas como asearse, cuidado de mascotas, alimentación y recreación como hasta la posibilidad de formar una familia, tener un hogar y alcanzar la realización personal.
Se le llama espectro porque las personas con este diagnóstico pueden, dentro de las características del trastorno, tener manifestaciones del mismo muy distintas, por lo que a algunas se les dificultara más unas tareas que otras, sin embargo, en el caso de personas con grave afectación, el ejercicio del derecho a su autonomía suele ser indirecto, es decir mediado por otros y a través de los apoyos precisos.
«Para que un niñ;o, adolescente y/o adulto con Condición de Espectro Autista pueda alcanzar su inalienable derecho a la autonomía deben converger factores inherentes a: políticas públicas de atención que no queden sesgadas a leyes y que garanticen entre otras cosas: los diagnósticos precoce
La garantía de derechos viene siendo un amplio compendio de oportunidades que abarcan todas las áreas del desarrollo humano, tanto a nivel familiar, individual, académico, laboral, cultural, sexual, tratamiento y demás necesidades y deseos que pueda presentar el individuo.
«Lamentablemente muchos de estos derechos no son garantizados por políticas públicas, y contradictoriamente, muchas de las partidas presupuestarias, siquiera les incluye y garantiza su humano derecho a la salud», denunció la presidenta de la fundación, como un llamado a las autoridades a implementar espacios y promulgar decretos que beneficien a las personas con discapacidades.
Es importante también, aspectos propios de la psicoeducación de su entorno inmediato que fomente junto con las intervenciones terapéuticas todos los aspectos que permitan alcanzar esta meta tan anhelada. Apoyos visuales, uso de un lenguaje claro, respetar el perfil sensorial y el reforzamiento son algunas estrategias que pueden mejorar la comprensión de la autonomía de las personas con autismo, esto con la compañ;ía y seguimiento de profesionales tanto como el de su entorno familiar para un desarrollo completo.