Daniela Valladares | LA PRENSA.- Desamparado se encuentra el balneario popular de Sarare Las Mayitas. El punto de control de la Guardia Nacional quedó por la mitad y de los 35 funcionarios policiales que resguardaban el parque, hace dos años, ya no queda ni la sombra. Los procedimientos de control que se realizaban, permitía mantener ordenado y seguro el lugar para los turistas.
Los carros eran revisados y los uniformados estaban alertas ante cualquier situación irregular que se presentara, pero al parecer la falta de recursos provocó la desaparición de la policía militar que ahora brilla por su ausencia.
A raíz de esto la inseguridad ha generado un bajón en la cantidad de visitantes y lugareños, ahora, cuando mucho, solo ingresan al parque tres o cuatro carros los fines de semana. Resulta que la vigilancia es casi nula y el horario del cierre se redujo tres horas. Antes las puertas las cerraban a las 4:00 pm, pero debido a la soledad del sitio, ahora cierran a la 1 de la tarde.
Sumado a esto, los dos locales que vendían bebidas y comida frente al parque cerraron y solo se observan algunas mesas destruidas, llenas de tierra y hojas, los techos llenos de telarañas están a punto de irse abajo.
Vecinos de la zona cuentan que en años anteriores, no cabe ni un alma en el río, la gente llegaba desde temprano para agarrar el mejor puesto y montaban su olla de sancocho, en algunos casos hacían parrilla en los caneys del parque, pero ahora de bromita se escucha la brisa, está tan solo que parece un desierto.
Cero chapuzón
Previo al comienzo de las vacaciones escolares, estudiantes de la escuela Alcides Lozada, se quedaron con las ganas de celebrar en el río la culminación del año escolar porque está tan sucio que no está apto para sumergirse. “Hay culebras y arañas por los alrededores de la zona y resulta un peligro exponer la vida de los niños, además las condiciones del parque se encuentran en mal estado porque el parque infantil para los más pequeños esta full de monte”, expresó una de las representantes, información que no pudo ser verificada. Para Maite Falcón la situación es preocupante porque el balneario siempre ha sido una alternativa para aprovechar los días de descanso.