Daniela Valladares | LA PRENSA.- Cuando cae el sol ni las sombras aparecen en la calle 5 del barrio Las Clavellinas, al oeste de la ciudad, ya que el comienzo del año 2017 trajo como consecuencia que más de 5 bombillas se fueran apagando progresivamente hasta hace un par de semanas, así lo denuncia Ismael Alcalá, vecino de la comunidad.
“Uno entiende que son de la época de María Castaña y por eso la fotocélula se descontrola muchas veces provocando que el bombillo se mantenga prendido todo el día y el desgaste sea más rápido”, explica Alcalá refiriéndose a los motivos que según él, ocasionaron el apagado definitivo de las luminarias de toda la cuadra donde viven 10 familias y que ahora se encuentran inmersos en una boca de lobo por las noches.
El último bombillo bueno que tenían se apagó hace 2 semanas. Los vecinos decidieron organizarse y llamar a la empresa encargada, Corpoelec, para reportar la situación y así esperar la sustitución de las luminarias, ya que la inseguridad también se aprovecha de estas circunstancias para actuar tranquilamente.
“De verdad quedamos decepcionados porque nos informaron que no contaban con el presupuesto en estos momentos para ese tipo de trabajo y que si podíamos teníamos que apoyarnos en la autogestión porque no nos quedaba de otra”, relata otra vecina, Aurymar de Alcalá, quien asegura que muchos en la zona no cuentan con los recursos económicos para costear el precio de las luminarias que en internet se consiguen desde 190 hasta 350 mil bolívares cada una.
Los vecinos aseguran que su estilo de vida se ha visto modificado e incluso sienten que están atravesando un toque de queda, ya que deben volver a sus casas temprano antes de las 7 de la noche para que la oscuridad no los agarre en plena calle a merced del hampa, además que los recorridos policiales desaparecieron de la zona desde hace más de 2 años.
“Nuestra preocupación crece aún más sin iluminación, por eso requerimos urgente que algún ente o institución nos ayude colaborándonos aunque sea con 3 bombillos, somos gente humilde y se nos hace imposible sobrellevar ese gasto”, dice Alcalá, al tiempo que pide a Corpoelec que les eche una mano.