EFE | LA PRENSA DE LARA.- Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo, sumó 860 nuevas muertes por la covid-19 en las últimas 24 horas, con lo cual el total de fallecidos ascendió a los 462.791, informó este lunes el Ministerio de Salud.
De acuerdo con el más reciente boletín difundido por la cartera, el gigante suramericano confirmó además 30.434 nuevos contagios por el coronavirus, por lo que el número total de infectados llegó a 16.545.554.
Sin embargo, las cifras podrían ser mayores, ya que suelen bajar entre los sábados y lunes debido a la falta de personal para procesar los datos los fines de semana y solo terminan de consolidarse los martes.
Con cerca de 212 millones de habitantes, Brasil es el segundo país del mundo con más decesos por covid-19, detrás solamente de Estados Unidos, y el tercero con más casos, después de la nación norteamericana e India.
Sin embargo, en el último mes la pandemia ha mostrado una modesta señal de ralentización en el país, que llegó a registrar más de 4.000 muertos en una sola jornada en su periodo más letal de la crisis sanitaria.
De acuerdo con el reporte del Ministerio, un 90,4 % de los infectados se han recuperado de la enfermedad, equivalentes a 14.964.631 personas, mientras que otras 1.118.132 siguen bajo acompañamiento médico.
En medio a una moderada mejora en el escenario, diversos estados y municipios relajaron en las últimas semanas las restricciones adoptadas para contener la propagación del virus, lo que ha encendido las alertas de los expertos, quienes ya advierten sobre el repunte de casos y la inminente llegada de una tercera ola.
Las cosas se caldearon aún más este lunes, tras el anuncio de la Conmebol, la máxima autoridad del fútbol sudamericano, de que Brasil albergará la Copa América, después de que Colombia y Argentina rechazaran hacerlo.
La decisión, que llega dos días después de que decenas de miles de brasileños protestaran en las calles contra el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro por su negacionismo ante la emergencia sanitaria, generó una oleada de críticas por parte de sectores de izquierda y sanitarios.
Fuente: EFE