Este 5 de mayo, en la Capilla Paulina del Vaticano, tanto los miembros eclesiásticos como los laicos que participarán en el Cónclave, y que han sido aprobados por el Cardenal Camarlengo y los tres Cardenales Asistentes, firmaron el juramento previsto por la Constitución Apostólica «Universi Dominici Gregis». Este acto formaliza su compromiso de mantener un secreto absoluto respecto a todo lo relacionado con las votaciones y escrutinios para la elección del nuevo Papa.
Cónclave 2025: Compromiso de confidencialidad
El juramento consiste en una promesa solemne de no divulgar ninguna información sobre el proceso, ni mediante grabaciones de audio o video, ni por ningún otro medio. La confidencialidad es considerada de máxima importancia y su incumplimiento conlleva la excomunión automática (latae sententiae), impuesta directamente por la Santa Sede.


Este compromiso no solo afecta a los cardenales, sino también a todas las personas involucradas en el Cónclave, tanto religiosas como laicas, siempre que hayan sido autorizadas por el Cardenal Camarlengo y los tres Cardenales Asistentes. La medida busca garantizar la integridad y discreción del proceso de elección papal, protegiendo su secreto incluso después de concluido el cónclave.