Han pasado 14 años desde que la vida de una adolescente, de 17 años de edad, fuera truncada de manera brutal. La joven fue víctima de abuso sexual y asesinato, un crimen que conmocionó al barrio La Batalla, al oeste de Barquisimeto.
El atroz crimen de la adolescente ocurrió justo en noviembre, mes en el que se conmemora El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En el año 2010, alrededor de 3.600 mujeres fueron asesinadas en Venezuela, según revelaron los abogados Luis Izquiel y Fermín Mármol García en su libro «Revolución de la muerte».
Era el 3 de noviembre de 2010, horas antes de que se cometiera el crimen, la joven se fue a atender a una cliente, en el sector I de La Batalla, se dedicaba a ser manicurista y se estaba preparando para ser estilista. Era un trabajo que le apasionaba y tenía muchos sueños por cumplir, uno de esos era graduarse como peluquera.
La joven terminó de pintarle las uñas a su cliente a eso de las 6:20 p.m., recogió todos sus materiales y los metió en su bolso, se despidió y salió de la vivienda.
El sol ya se había despedido, estaba oscureciendo, cuando ella caminaba por la calle principal del sector, justo en una esquina, fue sorprendida por dos hombres, uno la agarró por el cabello y la obligó a caminar unas cuatro cuadras hasta llegar al cerro que se ubica en el sector 5 de La Batalla.
Los criminales sabían que la zona era completamente oscura y que pocas personas se la pasaban afuera de sus casas. Mientras que la joven daba los pasos, quien la agarraba por el cabello la amenazaba para que no gritara.
Los hombres la obligaron a subir el cerro hasta llegar a un playón de tierra y maleza que estaba a unos tres metros de alto de la calle. Se presume que fue así como los agresores la despojaron de su ropa y abusaron de ella.
Al momento de ser violada, uno de los agresores agarró una piedra y la golpeó en la cabeza y rostro, dejándola sin signos vitales.
Nadie escuchó gritos, la zona era completamente oscura y los vecinos indicaron que las personas que hicieron eso eran de la comunidad, pues conocían a la perfección todos los puntos para evitar ser descubiertos.
Por horas buscaron a la joven
A las 10:00 de la noche, aproximadamente, la familia de la joven se enteró de que estaba desaparecida. Aunque era una adolescente, estaba casada y tenía un niño de tres años de edad, su esposo pensó que ella estaba en casa de su madre y por eso no había llegado a su casa.
Hubo una confusión, pues la madre pensó que su hija estaba en casa con su esposo. La preocupación comenzó cuando el esposo dijo que ella no estaba en la casa.
De inmediato salieron a buscarla, llamaron a sus amigas y una de ellas le comentó que lo último que supo de ella fue que iba a arreglarle las uñas a una cliente, pero al llegar a la casa la señora les comentó que terminaron a eso de las 6:20 de la tarde.
Los familiares comenzaron a preguntar a los vecinos si sabían de ella y unos niños que jugaban por la zona les dijeron que temprano estuvo caminando cerca del cerro.
De inmediato, la familia fue a pedir ayuda al puesto policial de la comunidad para que los funcionarios acompañaran en su búsqueda, pero la respuesta fue que ya era muy tarde y que no se iban a meter a esa zona.
Con angustia, los familiares regresaron a sus casas, pero apenas amaneció decidieron buscarla por las casas de sus amigas y varios sectores del barrio.
A eso de las 9:00 de la mañana, el padre de la joven decidió seguir el camino por donde pasó ella y que un grupo de niños confirmó que estuvo cerca del cerro. Fue así como el señor encontró el cuerpo de su hija.
El cuerpo estaba bocabajo, desnudo y su cabello color miel estaba ensangrentado, al igual que sus brazos. El papá de inmediato corrió hasta donde estaba ella y comenzó a llorar al ver cómo dejaron a su muchacha.
«¡Qué degenerado el que le hizo esto!», dijo el padre.
El pantalón, la blusa y la ropa interior que cargaba estaban tirados en el monte, a pocos metros del cuerpo de la dama, también su bolso, donde llevaba las pinturas con las que trabajaba.
Al conocerse sobre la muerte de la muchacha, los vecinos se trasladaron hasta la zona y se comenzó a rumorar que dos hombres fueron los responsables del atroz crimen.
A la escena del suceso llegaron funcionarios del Cicpc, quienes hicieron las experticias y colectaron todas las evidencias posibles para poder identificar a los responsables.
Tanto familiares como vecinos de la comunidad exigieron justicia por su caso.
Los estudios que le practicaron al cadáver confirmaron que la joven había sido abusada sexualmente.
La Batalla enfureció
El brutal homicidio de la joven hizo que los vecinos de la comunidad se enfurecieran y al conocer la identidad de los dos implicados en el crimen se fueron hasta las viviendas y quemaron cinco ranchos en venganza.
Para ese momento, los vecinos señalaron a dos delincuentes apodados «Juan Carlito» y el «Moño». Las personas quemaron las viviendas de familias de los delincuentes porque decían que los iban a encubrir.
El Cicpc luego de realizar varias entrevistas dieron con tres menores de edad y un adulto, quienes fueron pieza clave para identificar a los responsables, pues contaron quiénes fueron los dos hombres que se llevaron a la fuerza a la joven.
«Juan Carlito» fue el único detenido, a pocos días del crimen, cuando pretendía huir hacia Humocaro, municipio Morán.
Se supo que estaba montado en un autobús, pero en la avenida Florencio Jiménez los funcionarios interceptaron la unidad y lo atraparon.
Trasladaron a implicado del asesinato a Cárcel de Sabaneta en Zulia
A Juan Carlos Ordones, conocido como «Juan Carlito», lo trasladaron a la cárcel de Sabaneta ubicada en el estado Zulia, donde por meses esperó juicio por estar implicado en el atroz crimen de la adolescente, de 17 años de edad.
Los familiares durante varios días protestaron exigiendo que se capturara a los responsables. Ese año, se conoció que las autoridades dieron sólo con un asesino.
Luego de ocurrir la detención de uno de los implicados, los familiares solicitaron protección, pues supuestamente recibieron amenazas por parte de los allegados del hombre.
También hubo una petición de resguardo por parte de los familiares del acusado, quienes temían por sus vidas, esto luego que la comunidad enardecida tomara acciones en forma de venganza y rociara gasolina para quemar las casas.
Durante ese momento quemaron casas hasta de la hermana y abuela de uno de los implicados en el hecho.
En 2014 contemplan el feminicidio como delito
El auge de los homicidios de mujeres en Venezuela hizo que en el año 2014 se contemplara en la legislación, como delito autónomo, el femicidio que está establecido en la reforma de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida libre de Violencia.
El artículo 57 resalta que «el que intencionalmente cause la muerte de una mujer motivado por odio o por desprecio a la condición de mujer, incurre en el delito de femicidio que será sancionado con penas de veinte a veinticinco años de prisión.
Además, los abogados Luis Izquiel y Fermín Mármol García explicaron en su libro que se considera odio o desprecio a la condición de mujer cuando ocurra circunstancias, como en el contexto de relaciones de dominación y subordinación basadas en el género, la víctima presente signos de violencia sexual, presente lesiones o mutilaciones degradantes o que el cadáver haya sido expuesto en lugar público.
Por ser considerado un delito contra los derechos humanos, quien sea sancionado por el delito de femicidio no tendrá derecho de gozar beneficios procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas de cumplimiento de la pena.
«No todo homicidio contra una mujer debe ser considerado como femicidio», resaltan en el libro.
Más de 100 damas asesinadas
Entre 2007 y 2010 fueron asesinadas en el estado Lara 118 mujeres, según registros que llevaban los medios locales de Barquisimeto.
Luego de 2009, los casos fueron aumentando. El año pasado, el 2 de noviembre fue asesinada Bárbara Leal, hecho ocurrido en una vivienda de la calle 26 de Barquisimeto, a manos de su expareja.
Ese día se conoció que la dama tenía pocas horas de haber llegado de Chile.
Este 2024, en la entidad larense han sido asesinadas cuatro mujeres, según los registros que a diario lleva LA PRENSA.