José Miguel Najul | LA PRENSA.- Un rechazo generalizado se ha extendido en el seno de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hacia el documento, compuesto por 21 puntos —7 propuestas con sus respectivas cláusulas—, presentado por los tres expresidentes que fungieron como mediadores y que pretenden reactivar el diálogo entre los polos políticos de Venezuela.
La repulsión no ha contemplado barreras partidistas o territoriales. Las organizaciones políticas consideran que es un documento que ‘tiene severas fallas” y la opinión se extiende desde Caracas hasta llegar al estado Lara.
Luis Florido, dirigente nacional de Voluntad Popular (VP) asegura que durante la revisión que hicieron detectaron algunos puntos rescatables, pero muchos otros que deberían ser rechazados plenamente, si es que la oposición desea obtener resultados en aras del bienestar del país.
El gobernador Henri Falcón, presidente de Avanzada Progresista (AP), asomó que, en lugar de un “diálogo” con el formato aplicado durante las postrimerías del 2016, la MUD está planeando una “negociación política con una salida electoral para el 2017”, por medio de la cual pretenden lograr resultados sólidos en materia de cambio político en Venezuela.
Desde las organizaciones políticas ajenas a la Unidad rechazan la intención de no retomar el diálogo propuesto por los mediadores. Iván Aguilar, secretario ejecutivo regional del Movimiento Al Socialismo (MAS) indica que, desde la MUD le mienten al pueblo “cuando señalan que es imposible encontrar una franja para el debate y la concordia”.
Por su parte, el diputado a la Asamblea Nacional (AN) por el estado Lara y dirigente del PSUV, Julio Chávez, ha manifestado que, para él, es lamentable que existan sectores que pongan reparos para dialogar. Ejemplifica la obtención de resultados con los encuentros que el Gobierno nacional ha sostenido con los empresarios.
Para el politólogo Marcos Moreno hay una buena carga de razón en la postura de la MUD. “El documento tiende a establecer parámetros de acción con un margen de interpretación muy elástico que el Gobierno puede utilizar con propósitos dilatorios”, apunta.
A su juicio, la Unidad está haciendo lo correcto.