Euseglimar González | LA PRENSA.- Eudo Rafael Medina Suárez, de 42 años, iba conduciendo su carro Daewoo, de color gris ayer por la avenida Florencio Jiménez. Andaba acompañado de una mujer. Al parecer, iban a alta velocidad y ebrios. El hombre se durmió y le llegó por detrás a un camión cisterna.
A las 7:10 de la mañana Eudo iba conduciendo y según testigos del accidente, el hombre venía adelantando los carros en forma de zig zag, pero justo antes de la entrada del barrio El Tostao le llegó por detrás al cisterna. Del impacto, el caucho del camión se explotó. El conductor del cisterna rodó unos 100 metros y se bajó a ver si el chofer del carrito estaba bien.
“El carro quedó vuelto leña, esos muchachos se salvaron de milagro. Escuché el golpe y cuando volteé a ver el carro estaba en el medio de la vía”, comentó un comerciante de la zona.
Relatan que tanto el conductor como la mujer, que era la copiloto, estaban ebrios y “amanecidos”. Presumen que Eudo se quedó dormido y fue cuando chocó.
“La mujer estaba tan borracha que ni siquiera se enteró del choque. La sacamos del carro dormida, cuando la sentamos en la acera fue que reaccionó y preguntaba qué había pasado”, contó un curioso.
Ambos salieron ilesos, la mujer tenía un raspón en el pómulo. El parabrisas del carro tenía un hueco en la parte del copiloto, testigos contaron que gracias al cinturón de seguridad no les pasó nada.
“El cinturón los salvó de salirse por el parabrisas. Esos los que andan es borrachos”, contó un hombre ayer mientras veía cómo quedó el carro.
En el camión cisterna iban tres adultos y un bebé de un año. Al parecer se dirigían para la zona aledaña al sitio porque irían a sacar el carnet de la patria, pero el accidente hizo cambiar los planes.
Al sitio llegaron los PNB de Tránsito para hacer el levantamiento del accidente. Los carros quedaron retenidos.