Ana León | LA PRENSA.- La procesión del regreso de la Divina Pastora fue multitudinaria. Desde la iglesia Claret, hasta el pueblo de Santa Rosa la acompañaron más de 300 mil personas que entre oraciones y alabanzas pedían al Señor que tuviera misericordia de Venezuela.
La misa de salida de la iglesia Claret comenzó a las tres de la tarde. Las Barquillanas fueron las que animaron a los feligreses con la música durante la eucaristía.
Entre chistes y reflexiones el padre Elvy Marcella llamaba a los fieles y devotos de la virgen a vivir en constante oración durante estos tiempos difíciles que se vive en el país. Al finalizar la misa, a eso de las cuatro de la tarde, finalizó la eucaristía con una pequeña representación del momento de la anunciación. Una niña, perteneciente a la parroquia, se paró vestida de ángel en un balcón y con sus brazos extendidos anunciaba que “María tendrás un niño llamado Emmanuel”.
Al salir de la iglesia, entre aplausos y gritos de “¡Que viva la Divina Pastora!” la gente despedía a la imagen de la virgen de la iglesia Claret. Al entrar en la Lara se podía observar como un mar de gente esperaba apostados en las aceras y en la calle a que la virgen pasara por donde ellos estaban. Con cámara y teléfonos en mano, muchas personas se acercaban al cordón de seguridad para intentar tomar una foto desde bien cerquita.
Los niños eran los más emocionados, desde los hombros de sus papá gritaban a todo pulmón que la virgen estaba llegando y mostraban su mejor sonrisa. Al subir por el Tiuna, las emociones de los fieles, cofrades, celadores,