LA PRENSA.- Este viernes primero de diciembre se tiene previsto que las delegaciones del Gobierno nacional y la oposición venezolana se siente en la mesa de «negociación» para buscar un punto de encuentro entre ambas partes con el que puedan ofrecer a la población venezolana una propuesta que alivié la crisis política que afronta el país.
La comisión de la oposición está encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, mientras que uno de los encargados por el Gobierno es el ministro para la Educación, Elías Jaua.
Luego de tres acercamientos fallidos entre 2014 y 2017, volverán a la mesa para intentar frenar el choque de poderes y el profundo deterioro social.
Los puntos planteados por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) son que se abra “un canal humanitario” para la entrada a Venezuela de alimentos y medicinas, en severa escasez, y “condiciones justas” para las elecciones presidenciales de 2018.
Por su parte el Gobierno nacional exige a la MUD que abogue por el cese de las sanciones de Estados Unidos, que prohíben a funcionarios y entidades de ese país negociar nueva deuda de Venezuela y de su petrolera PDVSA.
Según dirigentes opositores y analistas, los comicios previstos para diciembre de 2018 podrían ser adelantados para el primer trimestre, aprovechando las fracturas en la MUD y antes de que la crisis económica empeore, reseñó AFP.
“Sería un adelanto tipo Pearl Harbor: un ataque por sorpresa. Pueden fijarlas incluso en enero o febrero. Debe ser un punto para la oposición en las negociaciones: fijar fecha y condiciones claras”, dijo a la AFP el politólogo Luis Salamanca.
Acompañamiento
Los cancilleres de México y Chile -propuestos por la MUD- y de Bolivia y Nicaragua -aliados del gobierno- acompañarán el proceso, así como el presidente Dominicano, Danilo Medina, y su ministro de Exteriores.
“¡Diálogo es traición!”
Sin embargo, la oposición está lejos de respaldar en bloque las reuniones en Santo Domingo. Entre gritos de “¡diálogo es traición!”, diputados opositores se enfrentaron el martes cuando el Parlamento aprobaba un informe en apoyo a la negociación.
Un sector estima que las conversaciones denotan incoherencia tras masivas protestas que exigían la salida de Maduro y dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.
Evocan además el diálogo celebrado a fines de 2016, a instancias del Vaticano, que fracasó con acusaciones mutuas de incumplimiento de acuerdos.
Con información de AFP.