Cristina Linárez | LA PRENSA.- De boca en boca voló la noticia y la gente salió de sus casas a toda carrera para comprar productos baratos. Una comisión de la Sundde en conjunto con la Guardia Nacional, realizó una fiscalización sorpresa en el mercado Terepaima donde decomisaron alimentos de primera necesidad por sobreprecio y de inmediato fueron vendidos a precio regulado.
“¡Vente que bajaron los precios!” decían los vecinos adyacentes al mercado municipal a familiares a través de llamadas telefónicas mientras hacían la cola para comprar harina, arroz y pasta. Las llamadas pusieron en alerta a clientes, muchos de los cuales llegaron corriendo y desesperados preguntando en dónde estaban vendiendo. Con la plata o tarjeta de débito en mano lograron llevarse el kilo de harina PAN en Bs 2.130, la pasta en Bs. 9 mil y el arroz en Bs. 15.560.
“De casualidad vine al mercado y cuando veo que está la Sundde andaba detrás de ellos para ver en dónde bajan los precios y ser la primera en comprar”, dijo Karina Castañeda, una señora de 37 años y vecina de la zona, quien logró comprar una harina a precio regulado y narró que hace dos días la había comprado allí mismo en 30 mil bolívares.
Las medidas de la Sundde no fueron del agrado para muchos comerciantes, quienes se quejaban de ser obligados a prácticamente regalar su mercancía, mientras otros mostraban preocupación con el operativo.
El despliegue en el mercado Terepaima fue durante todo el día. Un total de 41 funcionarios de la Sundde y 340 de la Guardia Nacional, supervisaron uno a uno los negocios y depósitos, pero se afincaron más con los que vendían víveres.
Desde la Sundde en la región aseguraron que se han estado organizando con los organismos de inteligencia, y más del 50 por ciento de los negocios en el estado ya han sido fiscalizados, desde el mes de octubre, para ir en contra de las mafias de la especulación y el bachaqueo.
Además de ir tras la mafia que hay con los puntos de ventas que son escondidos por los mismos comerciantes, para obligar a los guaros a tener que pagar en efectivo. Sin embargo, los funcionarios no encontraron irregularidades al respecto, ni dinero en grandes cantidades.
“Ojalá estos operativos fueran todos los días, porque en el mercado los comerciantes esconden la mercancía, y cuando los funcionarios se van la sacan y la venden con sobreprecio”, dijo Guillermo Meléndez, un cliente consultado en el mercado.
Según se conoció, en el área de las carnicerías y verduras, no hubo venta controlada, pues al parecer los precios manejados eran los correctos según el rubro.