Osman Rojas | LA PRENSA.- Es el área del Hospital Central que más pacientes aportó en el 2017 pero curiosamente es el servicio más abandonado que hay en la institución. El departamento de cardiología en el Antonio María Pineda luce problemas estructurales básicos. Sus paredes, por ejemplo, tienen filtraciones que afectan incluso la operatividad del servicio.
“El segundo cuarto que es para que los pacientes hagan ejercicios está cerrado porque la filtración ha dañado las paredes”, comenta una de las enfermeras que hace vida en la institución.
Además de eso el techo de la dirección tiene problemas desde hace más de un año. “Cada vez que llueve aquí nos ahogamos todos”, continuó la fuente.
La Prensa pudo constatar que no sólo son problemas estructurales los que limitan al servicio de cardiología. Actualmente el área especializada no tiene máquinas para diagnósticos y sólo electros pueden ofrecerle los médicos a los enfermos. “La máquina es sólo para los hospitalizados porque para consulta no se puede”, concluye.