Johana Alvarado | LA PRENSA.- “Antes podíamos escoger las toallas que queríamos usar. Ahora, con suerte vemos un paquete bueno en los estantes”. Así describió Ana Barrero el panorama cuando denunciaba que la situación que le toca vivir cuando le viene el período es cada vez más crítica, porque las toallas desaparecieron y las que encuentran son de mala calidad, muy caras y tienden a irritarle la zona íntima.
El malestar va más allá del cólico cuando les viene la menstruación, porque comprar toallas es un dolor de cabeza. Las damas consultadas por La Prensa detallan que cuando ven las toallas están a muy alto costo y lo peor es que son de mala calidad.
“Antes yo me cambiaba 2 o 3 veces al día la toalla porque sentía la protección, pero ahora con esas toallas uno anda pendiente de que no se le pase, que no se le mueva, porque de paso no traen alitas, cinco o hasta seis veces la cambio”, reclama María González mientras detallaba que no le rinde un paquete, porque sólo vienen en presentaciones de ocho toallas.
Alertan que las irritaciones y molestias genitales se han incrementado con el uso de estas toallas que vienen hechas de un material “malo”, porque se parten, no absorben mucho los fluidos y causan inseguridad en las féminas que no sienten la confianza de andar en las calles libremente mientras están menstruando.
Nataly Blanco resaltó la incomodidad de salir a la calle evitando que la toalla se marque y no poder evitarlo, porque debe usar lo que encuentra y no lo que acostumbraba.
Otra de las quejas es que no todas las mujeres disponen del tiempo para hacer colas y poder adquirirlas a precio regulado o al menos que no sea dado por un bachaquero.
Edenny Atencio lamentó los extremos a los que las damas se ven expuestas, porque no es sólo lo difícil de adquirir un buen paquete de toallas es también que si les da una alergia las cremas antipañales están escasas y no tienen nada para cumplir su tratamiento.