Cristina Linárez | LA PRENSA.- Con una sotana negra, zapatos deportivos, un bolso con agua, un rosario, un megáfono, una bandera de lucha diseñada por él y junto a su fe el padre Lenin Bastidas recorrió el centro de la ciudad ayer, tras comenzar la cruzada por varios estados el día miércoles desde Guarico, lugar donde reside, en busca de la reconciliación, paz y libertad del país.
El padre viaja de noche en autobús y de día recorre las ciudades. Con su megáfono, por las calles más concurridas busca elevar su voz para que las personas despierten ante la situación del país. Y para pedir a la guardia que no levante las armas contra sus hermanos que también luchan por ellos. Ante las constantes trancas que hay en algunas ciudades, expresó no estar de acuerdo, pero aseguró que es producto de la incomodidad que genera en el pueblo las acciones del Ejecutivo nacional y ahora la constituyente.
Salida de la iglesia
El padre Bastidas manifestó que esta es su segunda cruzada, la cual realiza con riesgo porque la primera vez (el año pasado) casi lo sacan de la iglesia.
Sin embargo, manifestó que a estas alturas “ya no me importa, si lo tienen que hacer que lo hagan, porque aunque me cueste mi vida voy a luchar por mi país”, precisó el padre.

