Osman Rojas LA PRENSA de Lara -. La crisis le pasa factura a los agricultores. A la ya marcada escasez de fertilizantes e insumos para trabajar la tierra se le suma ahora la ausencia de semillas certificadas (grano genético que es seleccionado de las mejores mazorcas y que garantiza una mejor cosecha) que han ido desapareciendo del mercado.
De acuerdo a lo denunciado por los agricultores, en estos momentos no hay semillas clasificadas en el mercado. Ni siquiera Sayán (distribuidora que históricamente ha vendido semillas) tiene inventario, pues los trabajadores del lugar explican que, hace un par de meses, los productores estaban pidiendo 100 dólares por un saco de 20 kilos.
«Se está sembrando con cualquier tipo de semilla y eso termina siendo un problema porque la cosecha no es del todo buena. En lugar de mazorcas salen cocoros, un maíz de tusa pequeña y poco aprovechable», comenta Antonio Durán, agricultor del municipio Crespo.
Lo que más preocupa a los agricultores es trabajar tierras sin tener la confianza de que el maíz se va a dar, pues la semilla certificada garantiza una rápida cosecha y disminuye en un 90% el riesgo de contaminación de cocos (animales que se comen la planta).
En julio del presente año, representantes de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) denunciaba que la producción de maíz en el país apenas podría satisfacer al 10% de la población, debido precisamente a la falta de semillas.