Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.-& ;Esta semana Venezuela ha despertado del espejismo económico que se produjo en el último trimestre de 2019, con la expansión del dólar, la flexibilización de los controles y la aparente variedad de productos importados que comenzaban a llenar los anaqueles. Industriales fueron los primeros en advertir que eso era una «burbuja» que en cualquier momento podía explotar, porque las políticas del gobierno seguían siendo las mismas.
Y efectivamente, ahora al sector empresarial vuelve a la angustia de las fiscalizaciones, ocupaciones temporales y una lista de precios regulados, que aseguran no han sido acordados con quienes de verdad producen la mayor cantidad de alimentos. Tal afirmación la hace Adán Celis, presidente Conindustria.
«El gobierno lo que ha aplicado en medio de esta pandemia son medidas efectistas y no efectivas. Las medidas efectivas van a la raíz del problema, pero las efectistas son cosméticas y empeoran o dan largas, pero no lo desaparecen», advierte.
¿Busca el gobierno con el control de precios acabar con el sector privado?
El control de precios es una medida aplicada desde hace 20 años que no resuelve los principales problemas de la economía. Lo que han logrado es escasez, desabastecimiento de productos de primera necesidad y que estemos en manos de los bachaqueros.
¿Por qué es inviable aplicarlo en el contexto de la pandemia?
Porque no conlleva a nada. En un mundo globalizado las empresas deben tener libertad económica, debe existir el juego de la oferta y la demanda, incentivar que haya producción y en la medida que la oferta se garantice los precios en el mercado bajarán.
¿A qué atribuye esta insistencia de seguir aplicando políticas que ya han fracasado?
Buscan desviar la atención de los verdaderos problemas. Porque al final no hay concertación para fijar precios. Es un tema de lógica, en dos semanas es imposible fijar precios. El Gobierno asegura que consultó a todos los sectores productivos y la realidad es que no.
¿Con qué empresarios se sentó el gobierno?
Se reunió con organizaciones de menor rango, no con Fedecámaras, Conindustria o Fedenaga. Lo que hizo fue un monólogo, donde no hubo consenso y por lo tanto las principales organizaciones del país no reconocen esa medida.
¿Cree que esto es un nuevo Dakazo y que el gobierno busca tomar los productos de Polar, Coposa y Plumrose para que vayan a parar en las cajas CLAP?
Bueno, hasta ahora eso no se ha aplicado. Lo que ha pasado con Polar es que desde el viernes suspendieron el código del Sistema Integral de Control Agroalimentario (SICA), que permite el despacho de alimentos. El lunes mandaron fiscales a la planta que están entorpeciendo las operaciones. Polar está produciendo, pero la entrega de la comida llega con retraso a los clientes, y eso genera angustia colectiva.
Maduro cambió el guión, ya no habla de expropiación sino de ocupación temporal. ¿Representa esto la misma amenaza para el sector privado?
Ocupación temporal es el término que han empezado a usar, pero lo que ha habido es una «intervención light». Mandan a un funcionario para hostigar. El gobierno expropió 850 industrias que eran altamente productivas y hoy están prácticamente paralizadas.
¿Cuántas industrias prevén puedan cerrar durante la cuarentena?
Es muy temprano decirlo. Lo que te puedo ratificar es que en 20 años hemos perdido 10 mil industrias y que nos quedan 2.200 porque en 2019 cerraron 400. Después de esta pandemia auguramos un panorama mucho más desalentador.
¿Está en capacidad el sector privado de seguir aguantando esta pandemia solo, sin auxilios financieros del gobierno?
Hemos solicitado medidas compensatorias porque nosotros no podemos salir del Covid-19 ni virus del hambre. Requerimos un desplazamiento de las fechas para el pago de impuestos como el IVA. Liberar sólo el 7% del encaje legal de la banca es insuficiente para que pueda prestar dinero. Deben eliminar los aranceles de importación para materia prima y maquinaria.
¿Qué tanto están produciendo las empresas priorizadas y qué tanto pueden aguantar las paralizadas?
Aquellas industrias que no forman parte del sector alimentación, farmacias y conexas como las que producen empaques, tiene capacidad de seguir garantizando salarios por 30 días más. Las priorizadas están operando menos del 30% de su capacidad con muchas limitaciones por las fallas en los servicios.
¿Cómo ha impactado la escasez de gasolina al sector industrial?
No tanto como al sector primario. La industria trabaja fundamentalmente con gasoil y afortunadamente ese combustible no ha escaseado tanto. Creemos que el gobierno tiene que sincerarse, sino puede garantizar el combustible debe entregarle el negocio al sector privado, ceder las concesiones y que las administren empresarios que importen combustible.
¿Están dispuestos a pagar la gasolina a precio internacional?
Es que no hay cosa más ridícula que subsidiar la gasolina. Los hechos nos han demostrado que todas las cosas que el gobierno ha subsidiado, al final terminan pasándose a un precio más caro.
Con estas medidas arbitrarias los gremios empresariales se están uniendo en causa común, un gobierno de emergencia. ¿Cómo se logra eso?
Un gobierno de emergencia nacional debe generar el cambio político que requiere el país para que haya un giro en la economía, así lo ha pedido la comunidad Europea, la Iglesia católica, las academias y en él deben estar representados empresarios, militares, rojos, azules, para crear planes efectivos que den respuesta a las calamidades de los venezolanos.
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