Agencias | LA PRENSA de Lara.-& ;El Papa ha decidido no abrir la puerta a la ordenación de hombres casados en zonas remotas del mundo, así lo publica El País.& ;
La medida, cuyo estudio aprobó el Sínodo de la Amazonia celebrado en octubre y que ha generado una enorme polvareda en el Vaticano en los últimos meses, no se ha incluido en la exhortación apostólica Querida Amazonia que la Santa Sede ha presentado hoy.& ;
La decepción en los sectores más aperturistas de la Iglesia será evidente. Pero el Vaticano logra así también pacificar un creciente clima de división que amenazaba con recrudecer la guerra entre las dos grandes facciones que se disputan el poder en los últimos años.& ;
El proyecto de reforma surgía de la necesidad de llevar la eucaristía y los sacramentos a lugares donde ya no hay sacerdotes, pero cuando comenzó a debatirse se transformó en una enorme polémica sobre el posible fin del celibato en la Iglesia católica.& ;
Un tema que incluso ha enturbiado el apacible descanso de Benedicto XVI y ha traído hasta Roma venenosos vientos de cisma. Francisco, sin embargo, ha decidido aplazar la cuestión y ha evitado pronunciarse abiertamente en el texto sobre la misma.& ;
La exhortación apostólica sí subraya que debe garantizarse «una mayor frecuencia de la celebracio?n de la eucaristi?a», cuestión básica para la que se abrió la puerta a la ordenación de hombres casados. Pero a continuación añade que se debe «determinar qué es lo ma?s especi?fico del sacerdote».& ;
La respuesta, se lee, esta? en el sacramento del orden que habilita solo al sacerdote para presidir la eucaristi?a. Es decir, nadie más puede realizar esa función. La solución que aporta Francisco a este problema, muy lejos de la que proponía la asamblea del sínodo, es pedir a todos los obispos, especialmente a los latinoamericanos, que sean «ma?s generosos», orientando a aquellos que «muestran vocacio?n misionera» a elegir la Amazonia.