Luego de la insistencia de varias llamadas telefónicas que la familia de Carlos Joseph Pargas Querales presintió como «misteriosas», él se dispuso a salir de su casa la noche del sábado y no había transcurrido ni una hora cuando les avisan que estaba muerto en el sector Las Acacias, de Palavecino. Lo más extraño fue que se ensañaron propinándole tres disparos y, presuntamente, le dejaron una nota escrita acusándolo de delator.
Una familiar contó a la fuente policial que la víctima, de 43 años, tenía poco tiempo de haber regresado de un viaje porque trabajaba con bisutería y frecuentemente estaba entregando la mercancía o cobrando las deudas pendientes. Llegó y conversó un rato y cuando se disponía a cenar empezó a recibir varias llamadas y su reacción era extraña. Notaban cierto nerviosismo, siendo tan insistentes que llegaron a pensar que se trataba de algún cliente. Pargas en sus tiempos libres se dedicaba a mototaxista.
Aproximadamente, a las 8:10 p.m. estaba atendiendo a ese llamado y a pocos minutos de las 9:00 p.m. su cuerpo yacía en el asfalto. Se conoció que presuntamente tenía registro policial.