El jovencito se quitó la vida en el sector donde él solía trabajar botando la basura El jovencito se quitó la vida en el sector donde él solía trabajar botando la basura Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- El luto ha vestido las calles del sector La Ceiba, la tristeza ha llegado a cada familia que conoció al jovencito que se quitó la vida hace casi una semana. Las interrogantes continúan presentes, ¿;por qué no contó que era maltratado?, ¿;qué pudo pasar si él pedía ayuda?
El jovencito, de 12 añ;os, se quitó la vida en el sector La Ceiba, justo en una construcción abandonada en el sector que él siempre visitaba. El sábado a las 6:30 de tarde, los habitantes de la comunidad quedaron en shock cuando salieron de sus casas y observaron el cuerpo del muchacho.
«Todavía me pregunto qué pasó. Cuando vi de lejos su cuerpo se me vino el mundo abajo«, dice con lamentos Pausides Meléndez, habitante de la zona y quien por meses ayudó al menor no sólo con alimentos, sino también con algunos útiles para sus estudios.
El sonido de la carretilla durante las mañ;anas anunciaba la llegada del jovencito, que apenas veía una puerta de las casas abierta y comenzaba a llamar. «Le boto la basura», era unas de sus palabras y de inmediato los vecinos les abrían las puertas para que comiera y luego hiciera su trabajo.
Quienes conocieron al muchacho se sorprendieron cuando se enteraron de los maltratos que sufría el menor y se desplomaron al enterarse del presunto abuso sexual. Aseguraron que él nunca llegó a comentarles sobre los maltratos que sufría, pero sí veían su mirada triste, pero la atribuían a la vida que llevaba desde pequeñ;o, siendo un recolector de basura.
«Ese niñ;o era muy bueno para estar en esta tierra, era educado, atento y pese a su corta edad muy trabajador«, sostuvo una vecina de La Ceiba, quien dijo sentir impotencia por las razones que lo llevaron a atentar contra su vida.
Callan maltratos
El jovencito residía en la invasión Brisas de la Rotaria, en plena vía principal. Algunos vecinos de la comunidad, quienes no quisieron identificarse, aseguraron que el pequeñ;o sufría constantes maltratos, presuntamente, por su padrastro, situación que no fue denunciada ante las autoridades.
El sábado, horas antes del suicidio, supuestamente el jovencito fue regañ;ado por su padrastro y luego él se fue de la vivienda hacia La Ceiba, donde pasó toda la tarde y a eso de las 6:00 de la tarde se fue a buscar a dos personas (que siempre le brindaban ayuda), pero al no encontrarlos se fue hasta la construcción abandonada y allí se quitó la vida.
«Él estaba buscando ayuda, quizás por eso buscó a esas dos personas. Sólo pido que el Cicpc esclarezca este caso y que metan preso a quien deba estar preso«, sostuvo un vecino de la comunidad.
Las personas que por más de un añ;o le brindaron ayuda al jovencito estaban indignados y se preguntaban por qué los vecinos de su entorno callaron los maltratos, pues aseguraron que luego de su muerte comenzaron a contar a detalles lo que el padrastro, presuntamente, le hacía.
Luego del sepelio, la madre junto a los hermanitos del menor se fueron de Brisas de la Rotaria porque la mujer fue amenazada por un grupo de personas.
«Ella iba en el camión en donde iba el cuerpo del niñ;o y cuando faltaba una cuadra para llegar al cementerio comenzaron a lanzar piedras al carro y se originó una situación tensa, que tuvo que ser atendida por los cuerpos de seguridad«, comentó una vecina.
A la madre del pequeñ;o la señ;alaban como responsable de la muerte y es por esto que decidió salir de su casa junto con sus niñ;os para evitar la violencia.
José Alfredo Mustola, de 40 añ;os, padrastro del pequeñ;o, resultó detenido por funcionarios del Cicpc y está siendo señ;alado como presunto maltratador, además de inducción al suicidio.
Vecinos de José Alfredo lo describieron como una persona de mal carácter y que era muy celoso con su esposa.