LA PRENSA.- Estaba tirado en el monte muy cerca de donde tenía su residencia. Su rostro estaba lleno de sangre. El cadáver de Cruz Mario Rodríguez fue encontrado en la curva de Carrizales en el municipio Crespo. Los curiosos empezaron a llegar a la 1 de la tarde al sitio. Unos Polilara que pasaban por el sector, al ver el bululú se pararon. Al llegar, vieron el cuerpo ya sin vida. Vestía camisa de color rojo, pero que manchada por la sangre llegaba a morado junto con bermudas de color marrón. El hombre estaba descalzo. Su camisa tenía rotos en la parte trasera, como sí le hubiesen pasado un cuchillo.
El cuerpo quedó tendido boca abajo y con los brazos tirados de medio lado. Daba la impresión de que salió corriendo y no tuvo más fuerzas para seguir. Pero todos en el sector, solo miraban y nadie manifestó conocerlo. Solo entre dientes llegó un vecino preguntando si era el marido de ‘La Flaca‘, una mujer que alquila teléfonos en Duaca, pero que no estaba en el sitio. El hombre estaba muy cerca de una casa verde ubicada más arriba, en donde se presume, su verdugo lo apuñaló ó macheteó, por la forma de las heridas en su cuerpo.
Se presume que en la vivienda, los hilos de sangre estaban por todos lados. Al parecer, una especie de combate se libró y en el cuarto estaban todas las sábanas revueltas y el colchón destilaba sangre por todos lados. Por este motivo presumen fue asesinado mientras dormía. Pero al parecer, otros comentaron que en la parte trasera de la casa, había un camino por el que quién lo asesinó salió corriendo. También se detalló que dentro de la casa, había un paño con el que intentaron limpiar los restos de sangre. Hasta se comentó que en el hecho hay una persona herida, pero esto no fue precisado por autoridades policiales.
En el sitio, al menos dos mujeres se acercaron para ver si eran sus esposos. “¡No es él!”, decía una de ellas. Todas se marchaban persignándose y respirando hondo. Pero luego llegó una que se identificó Betzabeth Velásquez y pidió verlo. Levantó de forma lenta la sábana que cubría el cuerpo y al ver el cadáver dijo: “¡Sí. Es Mario. Es Mario Rodríguez!” Fue así como se supo la identidad del hombre, que según la mujer, no tenía más de 15 días habitando en esa casa. Relató que su amiga “La Flaca”, le había alquilado ese sitio al hombre, pero que él era de Caracas.
Se supo también, que el chamo tenía libertad bajo régimen de presentación, porque hace tres meses salió de la cárcel El Rodeo.
Lo único que sabía de sus familiares, es que tiene un hermano en Cabudare que le daría trabajo aquí en Barquisimeto.