GG/M Sosa | La Prensa.- Iban por la carretera y lo vieron debajo del Jeep. Ayer, a las 10:00 de la mañana funcionarios de la Unidad Táctica Rural de la Policía de Lara realizaban rondas preventivas por el sector Pie de Cuesta del municipio Torres, cuando precisaron que en la entrada de una hacienda estaba un señor sin vida debajo de un vehículo rústico.
En primera instancia los funcionarios pensaron que Jaime Ramón Álvarez Navas había sufrido un desperfecto mecánico y estaba metiéndole llave al Jeep, pero cuando se acercaron al carro vieron que el señor de 64 años no respiraba y ni abría los ojos. Al intentar buscar una reacción del hombre, no hacía nada y luego confirmaron que estaba muerto.
Los miembros de la Unidad Táctica Rural trataban de buscar algún testigo que les informara si sabían algo de lo ocurrido, pues en el sitio no había proyectiles y Jaime no se le veían rastros de sangre, pero al no encontrar a nadie los policías se dividieron: dos se quedaron resguardando el cuerpo, mientras que los otros dos fueron por los agentes del Cicpc para que llegaran al sitio, levantaran el cadáver y colectaran posibles evidencias en caso de que se tratara de un homicidio.
Al llegar los detectives no hicieron mucho porque no encontraron elementos de interés criminalísticos y presumieron que Jaime fue arrollado por el Jeep y procedieron a solicitar apoyo de una comisión de tránsito de la PNB que cuando llegó al sitio coincidió con la versión de los “petejotas”.
Al parecer, Jaime llegó a la hacienda, abrió el portón, logró pasar el Jeep y al estacionarlo para cerrar, el vehículo se movió en reversa y arrolló con el caucho trasero izquierdo al hombre. El rústico iba cargado con grandes sacos de comida para animales.
Comentan sus familiares que se presume que sea una falla mecánica en el Jeep el causante de esta muerte.