Euseglimar González | LA PRENSA.- Alí José Montero (39) fue asesinado el lunes en la madrugada de siete tiros en la quebrada de Urama de Moroturo, municipio Urdaneta.
Orlando Montero, hermano de la víctima, contó que Alí salió de su casa en el sector Cocuyal el domingo a las 7:00 de la noche, pero no dijo para dónde iba, pues asegura que él nunca decía su destino. Alí acostumbraba a salir y regresaba dos o tres días después.
El lunes a las 9:00 de la noche llamaron a Orlando para decirle que a su hermano lo habían matado en la quebrada. Cuando el hombre llegó hasta el sitio, relata que tenía más de un día muerto.
“A él lo tuvieron que matar el domingo cuando salió o en la madrugada. Tenía tiros en la cara y en el pecho”, cuenta Orlando. Cuando hallaron el cuerpo ya estaba en fase de descomposición.
El hermano contó que Alí tenía problemas con las drogas y que consumía lo que se conseguía en el sector, que era marihuana. Presumen que la muerte del hombre haya sido por venganza debido a las drogas.
Alí estuvo preso en Uribana por un período de 11 meses, en 2015, cuentan que el delito fue por droga. Luego de que salió de la cárcel siguió con el consumo de sustancias estupefacientes.
“Nunca asistió a un centro de rehabilitación. Siempre hablábamos con él para que se saliera de ese mundo”, soltó el hombre.
La familia contó que Alí consumía, aproximadamente desde los 12 años y que toda su vida el hermano trató de ayudarlo a salir de ese problema, pero no le hacía caso.
Funcionarios del Eje de Homicidios investigan el móvil del asesinato, aunque algunos presumen que se trate de una venganza.