Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- Por el nombre de su madre (Coromoto) y otros tatuajes distribuidos en su cuerpo, cuya descripción no pudieron dar, familiares de un adolescente de 17 años pudieron identificarlo, la tarde del sábado 26 de agosto en la tarde, cuando acudieron a la morgue del Hospital Central Universitario “Doctor Antonio María Pineda”.
Según Vanessa Torres, de 24 años y Rosmary Dugarte, de 18 años, hermana y pareja del fallecido, él y otro muchacho a quien este le dio cobijo en su rancho, situado en el sector La Lagunita El Roble de la comunidad Villa Productiva, al oeste del municipio Iribarren fueron objeto de la ira comunitaria.
Decían que algunos habitantes del lugar, algunos con el rostro cubierto y otros no, le daban golpes a las láminas de zinc de la vivienda improvisada para atemorizarlas a ellas y a los muchachos para que salieran rápido de allí.
Los jovencitos, Vanessa, Rosmary y la niña de esta que tiene dos años salieron del rancho aterrorizadas, al escuchar también que esos vecinos los amenazaban de muerte.
Rosmary Dugarte contó que mientras unos perseguían con chopos, machetes y palos a los dos chamos, otros se llevaron del rancho zapatos, prendas de vestir, dinero en efectivo y otras pertenencias de esta familia.
El adolescente de 17 años falleció en la madrugada de ayer al recibir un disparo en la cabeza, mientras que a su compañero lo intentaron linchar, y se encuentra aún bajo observación médica en la emergencia del Hospital Central. El movil de este crimen todavía sigue en investigación.