Euseglimar González | LA PRENSA.- Tiros acabaron con una fiesta de quinceaños ayer en la madrugada en el sector I de La Florencia, ubicado en Quíbor, municipio Jiménez. Dos cuerpos sin vida quedaron tendidos en el piso.
Carlos Albeni Torres Laya, de 31 años, era de Puerto Cabello, aunque tenía meses, supuestamente, residenciado en el sector José Bernardo Dorante; y Nelson José Rodríguez Matheus, de 24 años, residenciado en el sector II de La Florencia fueron asesinados ayer en la madrugada cuando disfrutaban de la fiesta en el sector.
Nelson recibió un disparo en la cabeza, mientras que Carlos Albeni tuvo múltiples heridas. El hecho ocurrió a las 3:00 de la madrugada, según versiones de los vecinos contaron que la calle estaba muy oscura, la música estaba a reventar y dentro de la casa sólo estaban prendidas las luces de la “miniteca”. Señalaron que dos delincuentes se bajaron de una camioneta y cuando vieron a Carlos y Nelson les cayeron a tiros. Los dejaron malheridos y salieron corriendo.
Vecinos contaron que los chamos estaban metidos en “problemas” y fueron señalados como azotes de la comunidad. Según versiones de los residentes, a Carlos lo estaban cazando desde hace días, aparentemente por estar implicado en un asesinato.
Los invitados intentaron auxiliar a los heridos, pero ya no había nada que hacer, pues relatan algunos curiosos que cuando les tocaron el pulso ya no tenían vida.
“Los padres de la quinceañera hicieron esa fiesta con mucho sacrificio para que vengan unos matones a acabar con todo”, contó una vecina de la zona.
A las 4:00 de la madrugada tocaron la puerta de la casa de Aldamira Matheus, madre de Nelson, un allegado a la familia le contó lo que había sucedido y que a su hijo lo habían tiroteado en la fiesta.
“Cuando me enteré salí corriendo hasta donde estaba mi hijo y lo vi tirado en el piso, ya estaba muerto”, contó Aldamira.
Relató que la última vez que lo vio fue el sábado a las 10:00 de la noche cuando se fue para la fiesta. Acotó que su muchacho no tenía problemas con nadie, pero que a Carlos sí lo estaban buscando por estar metido en un “lío”, cree que su muchacho salió herido por estar cerca de Carlos.
“Yo le dejo todo esto a mi Dios, él es el único que hará justicia por mi hijo”, sostuvo Aldamira ayer a las afueras de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, cuando estaba retirando el cadáver.