Leonella Díaz | LA PRENSA.- Miguel Ángel Colmenarez, de 36 años, fue tiroteado 11 veces cuando estaba a dos cuadras de una protesta de calle el martes en la noche en la calle 58 con carrera 14 al oeste de Barquisimeto. Sus familiares, que estaban en la morgue del hospital central este miércoles en la mañana, detallaron que él no estaba protestando. «A Miguel lo robaron primero y luego lo mataron» fue lo que aportó la hermana Desiré Colmenarez.
La familiar expresó que el crimen sucedió entre las 10 y 10:30 de la noche. Narró que Miguel Ángel estaba parado a dos cuadras de su vivienda con un conocido, cuando de repente unas personas se acercaron y lo balearon. Desiré no quiso aportar detalles al respecto, pero Edgar Sira quien se identificó como primo de la víctima en su cuenta twitter explicó que consultó varios testigos «y todos coinciden con que fueron hombres muy armados que pasaban por el sitio. Aseguran fueron los llamados ‘colectivos’. Otros familiares dicen que los ‘Guarimberos’. La fijación política de cada uno cambia la versión a su conveniencia» escribió el muchacho quien además detalló que el papá del occiso se llama Miguel Colmenárez y es contador público.
Miguel, al momento de ser impactado por los tiros, fue trasladado de inmediato al Seguro Social Pastor Oropeza, al oeste de la ciudad, pero en vista de que no lo atendieron lo llevaron al ambulatorio de El Obelisco donde llegó sin signos vitales y no fue sino hasta las hasta las 10:30 de la mañana que llegaron los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc a buscar el cadáver para trasladarlo la morgue del hospital.
A la víctima le robaron dos celulares. «Él no estaba protestando, ni pertenecía a ningún bando político”, señaló la hermana muy triste quien contenía las lágrimas cuando hablaba con los medios de comunicación.
“Nos avisaron que estaba muerto. Mi hermano no tenía problemas con nadie, era un líder (sin especificar dónde era líder), no estaba metido en política, además era muy alegre y 100% bochinchero, deja a mi sobrina huérfana» soltó la pariente.
Amigos del fallecido contaron que Miguel Ángel era “santero” desde hace seis años. Era conocido por su apodo “ojo de sapo” debido a la grandeza de sus ojos. Consideraban a Miguel Ángel era un hombre muy tranquilo.