Euseglimar González | LA PRENSA.- Desgarradora noticia. Era tan grande el dolor de la familia Álvarez Barreto, que el pequeño de 12 años, hijo de Wilgleidys Nohemy Álvarez Barreto (31), tras enterarse ayer en la mañana sobre la muerte de su madre lloraba, lloraba con desesperación. En un descuido el adolescente salió corriendo hacia la calle de la morgue gritando.
“Quiero ver a mi mamá”, decía el jovencito mientras corría, sin importarle los carros. En ese momento una dama corrió hasta alcanzarlo y lo abrazó y lo quitó de la calle. Tanto él como la otra pequeña de apenas 6 años lloraban la muerte de su progenitora. Wilgleidys salió de su casa el domingo en la noche porque le tocaría turno en la Policlínica de Barquisimeto, se desempeñaba como enfermera.
A las 7:00 de la mañana del lunes su turno terminó y como era de costumbre se fue a la casa de su mamá en el sector Alambique, carrera 1 entre 1 y 2. Relatan que a la vivienda de la familia de Wilgleidys estaba el esposo Deibis Asdrubal Chirinos Arrieche. Según versión de un allegado el hombre llegó al amanecer a la vivienda. Al llegar a la casa supuestamente Deibis ya se encontraba en el sitio.
Deibis supuestamente metió a la joven para el último cuarto de la casa, que era donde dormía ella cuando llegaba cansada de las guardias. Al ingresar a la habitación supuestamente Deibis sacó un arma y le disparó dos veces a la mujer. Tuvo heridas por arma de fuego en el abdomen y otro en la cara.
El cuerpo de la mujer cayó al suelo, a los alrededores estaban los juguetes de su hija menor. Un carrito de color rosado, muñecas, peluches. A los alrededores había bolsas con ropa y una cama individual sin colchón. Todo quedó desastroso. En el piso se evidenciaron gotas de sangre.
“No se sabe que pasó. En la casa solo está la hermana de Wilgleidys y su esposo. Los niños estaban viendo televisión en uno de los cuatro cuartos de la vivienda”,
sostuvo el allegado de la familia.
La joven fue auxiliada por el esposo y vecinos y la llevaron hasta la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda. Tras más de 48 horas luchando por su vida murió.
“Ay se me murió mi hija. Yo la acompañaba siempre a la parada todos los días. Dios mío”, gritaba llorando la madre de la joven ayer en la morgue.
Extraoficialmente se pudo conocer que el esposo fue el atacante. En el transcurso del lunes tuvo discusiones con un grupo de familiares de la dama. La mujer era la
mayor de dos hermanos y deja huérfanos a dos niños de 12 y 6 años. La muchacha iba a visitar a su madre todos los días después de las guardias y luego se iba a su casa en Carorita.