José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- Su cabeza frenó el golpe. Reinaldo Antonio Nelo Pineda, de 56 años, murió la noche del jueves después de resultar herido al chocar su moto con un otro vehículo dos ruedas sin luces que estaba manejando un adolescente de 17 años en la vía hacia El Merey, en el municipio Simón Planas.
Nelo, según contó su hermana Blanca Pineda, salió al final de la tarde de una parcela que él tenía en el sector El Cuadrado y se dirigía a su casa, ubicada en el sector El Samán del caserío El Merey. «Él nunca corría mucho, porque conocía la vía y sabía que había muchos huecos», contó la señora Blanca.
El mal estado de la vía y la falta de alumbrado público hizo que Reinaldo, supuestamente, anduviese con precaución. A eso de las 7:00 de la noche y faltando pocos kilómetros para llegar al caserío en que vivía, vio un hueco de gran tamaño que para esquivarlo, debía pasar al canal contrario.
Mientras el agricultor y ganadero de profesión hacía esto, en el sentido contrario venía el menor de 17 años en otra moto, presuntamente, a exceso de velocidad y al no tener luces, Ricardo Nelo no tuvo tiempo de maniobrar su vehículo dos ruedas, e impactó de frente contra el menor.
Del golpe, Nelo salió expelido por el aire y fue su cabeza la recibió el golpe contra el pavimento, destrozándose casi todo el cráneo al igual que su moto. En cambio, el menor sólo resultó con heridas menores, y su vehículo corrió con la misma suerte.
Fueron unos funcionarios del puesto de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Manzanita quienes auxiliaron a los heridos, montándolos en una de sus unidades hasta la emergencia del Hospital de Yaritagua, donde a pesar de ser atendido, Nelo murió a los pocos minutos.
«Es una dura pérdida porque nunca esperamos que él, tan buen hombre y trabajador que era, tuviese una muerte así. Él sólo se dedicaba a su terreno y a su ganado«, comentó la hermana de la víctima entre lamentos.
Se conoció que Nelo era separado pero tuvo 14 hijos con dos mujeres distintas, sin embargo, de acuerdo a su hermana «él nunca desatendió a sus muchachos«.