Osman Rojas | LA PRENSA.-Recostada en una de las paredes cercana a la morgue estaba la mamá de Enrique Antonio Baraure Aranguren, hombre de 37 años asesinado este domingo en el barrio La Pastora. Los ojos de la mujer estaban enrojecidos por el llanto y con una voz tenue hablaba a todo aquel que se le acercaba. “Lo mataron por un perro, lo mataron como si fuera un perro”, decía.
La mujer casi no levantaba la cabeza, pero insistía en que su hijo era bueno.“Lo mató un borracho, un PTJ que estaba bebiendo frente a la casa le disparó”, continúa la madre.
Según versión de la familia, todo empezó a las 9:20 pm cuando Enrique llegó de un viaje familiar. En el camino, Baraure había comprado un pepito para comer con su esposa y sus tres hijos. Antes de sentarse a cenar el señor quiso ir al frente de su casa, donde tiene un taller de herrería para encender la luz.
Cuando Baraure abre la puerta, un perro callejero que cuida el taller se salió y el herrero salió a buscarlo desesperadamente para que no mordiera a nadie. El hombre atrapó al animal a dos casas de la suya y como pudo se lo llevó hasta el taller.
Baraure golpeó al perro antes de meterlo al taller y lo regañó por haberse escapado. Unos hombres que vieron lo que pasaba se burlaron del herrero por su pelea con el perro. Baraure se molestó y les respondió con gritos y en cuestión de segundos dos tipos sujetaron al herrero. “Suéltenlo”, gritaron algunos vecinos, pero el clamor fue inútil. Un hombre alto sacó un arma y sin piedad le disparó a quemarropa.
Luego del disparo, la familia de Baraure salió a ver lo que pasaba. El presunto homicida quiso montar a Enrique en una camioneta, pero la familia no lo permitió. “Eres un PTJ maluco”, gritaron los parientes de Baraure y es que, según pudo conocer La Prensa, el hombre que accionó el arma es funcionario del Cicpc en Lara.