Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- Familiares de los privados de libertad que están en la sede de la División de Investigaciones contra Homicidios del Cicpc, ubicada en la avenida 20 con calle 34, exigen que les den un mejor trato durante su permanencia en el lugar.
Este lunes 22 de agosto desde las 7:00 am madres, tías y esposas de los detenidos esperaban que les permitieran entregarles agua potable y caramelos, debido a que ellos se habían declarado en huelga de hambre desde el domingo en la noche.
Las damas que aún seguían afuera del recinto a las 4:00 pm expresaron que al mediodía los detenidos cantaron en voz alta el himno nacional, lo que les indicaba a ellas que seguían reacios a ingerir alimentos.
María de Almao tiene a su hijo allí. El próximo día 29 cumplirá cinco meses encerrado, según ella por haber sido acusado de homicidio el año pasado “cuando él es inocente de ello”.
Aseguraba que ella, así como otros familiares llevan un mes sin ver a los suyos. “Y lo peor es venir hasta acá y escuchar que te digan que no podrás verlos o entregarles las cosas que les traes”.
Miriam Daza tiene a su hijo privado de libertad desde hace un mes. Contaba que él estaba disfrutando en una fiesta con otros amigos y repentinamente, unos tipos entraron y asesinaron al cumpleañero en noviembre de 2015 “y varios terminaron siendo implicados sin tener nada que ver”.
“Mi hijo confiando en su inocencia se entregó, porque le habían dicho que tenía una orden de captura. Pero ninguno de los muchachos recibe adentro un trato justo”.
Familiares piden que las visitas puedan ser una vez a la semana o cada 15 días, para que puedan compartir más seguido con sus internos.