Guiomar López | LA PRENSA.- Les costaba salir del asombro. Vecinos de la urbanización José Gil Fortoul se extrañaron que dos bolsas fueron dejadas al pie de la cesta de basura. Al acercarse, notan que en una de éstas había algo envuelto en tela quirúrgica. Era un bebé de 6 meses de gestación, aún vivo, pero murió luego en el hospital.
Es la primera vez que ocurre este fatal descubrimiento, precisamente a las 2:00 de la tarde del sábado 20 de agosto frente a los bloques 3 y 4, muy cerca de la parada de Transbarca en la avenida Libertador. “Nos pareció extraño, porque vimos ese trapo azul, parecido al que usan cuando operan en hospitales”, dijo el vecino Carlos Carrillo, quien admitió que el grupo de habitantes estuvo un rato mirando esas bolsas, pero les daba temor abrirlas. Hasta que llegaron Abraham Guzmán y Yordi Giménez, quienes en acto heroico, desgarraron la bolsa y confirmaron que se trataba de un bebé vivo.
Los gritos fueron de desesperación entre los curiosos, mientras Yordi se quitó la franela y cobijó a la criatura. Parecía muerto, pero aún respiraba, lento pero respiraba. Yordi lo tomó en brazos y echó a correr junto a Abraham por la avenida Libertador, ambos sin camisas iban rumbo al Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga. Cuando cruzaban frente a la comisaría PNB de Pata ‘e Palo, funcionarios les prestaron ayuda y los llevaron en patrulla hasta el centro asistencial.
Mientras tanto, los vecinos se quedaron en el lugar y decían que esas bolsas seguramente las lanzaron de algún carro. Eran de plástico y transparentes. En donde estaba envuelto el feto, sólo habían periódicos húmedos y un trozo de placenta que quedó cubierta de tierra tras sacar al bebé.
Cuando empiezan a hurgar en la otra bolsa, resulta que la mujer dejó hasta un par de pantaletas negras, teñidas de sangre seca; un pote de mantequilla tapado, una caja de pastillas anticonceptivas “Marvelon” y en otra envoltura, hasta el excremento.
“¡Lo pujó, esa despiadada, lo pujó!”, lamentaba una de las señoras, sin entender estas acciones, mientras otras personas coincidían en que era mejor lo hubiese regalado. A una de ellas, hasta se le aguarapaban los ojos de lágrimas, recordando que se veía un varón muy bien formado.
“El pie apenas lo movía y sus manitos estaban formadas. Iba a tener la nariz perfilada”, recordaban de esta criatura de cabello negro.
Pasadas las 2:30 de la tarde, Abraham y Yordi regresaban del Hospital Pediátrico. De rostros y espaldas sudadas, fueron recibidos con abrazos. Confirmaban que el bebé estaba muy delicado, pero lo atendieron y dejaron en incubadora. Algunos de los presentes hasta aplaudieron y felicitaban a estos jóvenes, considerándolos héroes.
El equipo de La Prensa confirmó en el principal centro asistencial que el bebé iba en muy mal estado y falleció de inmediato.