Jennifer Orozco | LA PRENSA de Lara.- Fernando Antonio Suárez Suárez (27), fue asesinado en la manzana 44 del sector La Vieja Lucha, al oeste de Barquisimeto cuando estaba sentado tranquilamente a mediodía «agarrando fresco» y comiéndose un heladito, y supuestamente pasaron dos hombres en una moto y le propinaron dos disparos.& ;
Según Petra Suárez, madre del hombre, ella se fue a darle comida a su mamá en Cerritos Blancos y dejó a Fernando cuidando a sus nietas. El hombre a la 1:00 de la tarde, salió de la casa verde que está en una calle ciega, caminó una cuadra y compró un helado de «tetica».
Segundos después, volvió a la esquina de la manzana 44 y se sentó. Saludó a un vecino que iba llegando a su casa a almorzar y en ese instante, pasaron dos hombres en una moto y le propinan dos disparos en el pecho.
Suárez cayó en la vía de tierra, mortalmente herido, comenzó a hablar. El vecino que recién había llegado a su casa, escuchó los tiros y las palabras del hombre agonizando. Lo subió a su vehículo y lo llevó hasta el Hospital del Seguro Pastor Oropeza, pero ya era muy tarde.
La víctima de los tiros murió en el Seguro. Los vecinos de La Vieja Lucha comenzaron a llamar a la hermana y a la mamá de Suárez, quienes llegaron hasta el Seguro y supieron la terrible noticia. Petra de inmediato comenzó a llorar, preguntándose porqué habían matado a su hijo, «si no tenía enemigos ni problemas con nadie».
Suárez actualmente no tenía trabajo fijo, «mataba tigres» para reunir su pasaje e irse el 27 de este mes a Colombia con su pequeña hija de 2 años y reencontrarse con su esposa, quien lo estaba esperando con una oportunidad laboral en Cúcuta.
Era el menor de los 3 hijos de Petra. «Nos mudamos de La Lucha por los mismos peligros, que estaban robando y se estaba poniendo feo. Aquí en La Vieja Lucha vive mi hija y como tenía una buena casa nos recibió. No sé porqué me mataron a mi niño, si él era un muchacho feliz y sano. No fue para robarlo, porque no tenía nada de valor», dijo la madre entre llanto, mientras Cicpc levantaba el sitio del suceso. Suárez dejó dos hijos huérfanos, un niña y un varón de 9 años.
Detectives presumen venganza, pues a Suárez no le quitaron nada.