Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- El linchamiento de Nerón, un perro pitbull mestizo de cuatro años, fue producto de una intensa disputa entre los miembros de la familia que lo estaba criando desde que tenía un mes de nacido en la avenida principal de la comunidad 5 de Julio entre calles 1 y 2, y quienes residen por la vereda 32 del sector 2 de Los Cerrajones.
Freddy Ospino, de 49 años, relataba ayer que todo empezó el pasado martes, a las 7:00 pm. Nerón aprovechó el instante en el que abrieron las puertas de un local acondicionado para la venta de cauchos dentro de su propia casa para irse detrás de otro perro callejero de mayor tamaño, que aparentemente es el consentido de los vecinos en la vereda 32 de dicho sector porque lo tienen como un guardián.
Ambos canes se fueron uno tras el otro hasta que llegaron al punto de detenerse y atacarse intensamente. Mientras eso ocurría, residentes de la vereda, según testimonio de Freddy Ospino y sus hijas Fredeisy y Frenesí, no tuvieron contemplación con Nerón, y en lugar de hacer que se separaran, optaron por darle patadas y palazos al pitbull mestizo hasta dejarlo muy lastimado.
Tanto Freddy como sus hijas coincidían en afirmar que estas personas de Los Cerrajones descargaron su ira contra Nerón, debido a que ellos aseguran que se había comido a varios gatos en los alrededores y que era un animal agresivo, y que, por tanto, podía terminar mordiendo a un niño o adulto. A este señalamiento, Freddy Ospino respondía que Nerón fue muy dócil y cariñoso.
“Varios de los que viven aquí en 5 de Julio pueden dar fe que mi perro se dejaba acariciar y jugaba con cualquiera sin problemas”, refería el hombre con lágrimas en sus ojos.
Deyanira Cabrera, médico veterinario que tiene su consultorio cerca de la casa de Ospino y allegada a la familia, decía que Nerón falleció debido a una hipoxia, que es una disminución en la cantidad de oxígeno suministrado por la sangre a los órganos.
La doctora expresaba indignada que “fue un acto brutal en contra de un animal indefenso. A pesar de que siempre se ha dicho que esta raza (pitbull) es altamente peligrosa, se trataba de un perro tranquilo, y eso me consta. No justifico semejante violencia”.
Frenesí Ospino hablaba que al enterarse de la paliza que recibió Nerón “quedé muy desconcertada. Yo misma vi su carita ayer (miércoles) y le corrían las lágrimas, y se quejaba constantemente. Los animales son también creaciones de Dios, y a esa gente no le importó”.
Miembros de la familia Ospino esperan que alguna institución protectora de animales se pronuncie al respecto.