Euseglimar González | LA PRENSA.- A penas han pasado siete días de julio y la sangre en Lara sigue derramándose. Según cifras de La Prensa 16 personas han sido asesinadas en el estado en lo que va de mes.
Según fuentes del Eje de Homicidios del Cicpc y versiones de los familiares, los móviles más comunes son el robo y la venganza. A los criminales no les “tembló el pulso” para halar el gatillo y apagar 16 vidas.
Iribarren sigue liderando las cifras rojas, es el municipio que registra más hechos violentos, ocho para ser exactos, sobre todo en la zona oeste. Torres y Palavecino igualaron la cifra con tres personas asesinadas, mientras que Jiménez lleva dos y Andrés Eloy Blanco una.
El promedio de muertes es de al menos tres personas por día en el estado. El año pasado para la misma fecha fueron asesinadas 14 personas. Este año esa cifra aumentó y se elevó a dos más.
Entre las muertes violentas de los primeros días del mes destacan la muerte de dos hombres en Carora, municipio Torres. Los casos fueron aislados, el primero fue William Verde (32), el hombre fue asesinado por su primo.
Según la información que obtuvo La Prensa ese día, fue que el primo de William tenía problemas con él por un terreno. Al parecer la rencilla era desde 2014, supuestamente varias veces habían discutido. Pero fue el domingo 2 de julio que el primo lo vio caminando y le disparó en el cuello, herida que le causó la muerte.
Mientras que Héctor Sánchez, de 28 años, fue asesinado en el sector Calicanto de Torres. El joven estaba en una fiesta y le dijo a la esposa que ya regresaba, pero no lo hizo, a las horas lo encontraron muerto con un disparo en el pecho.
César Augusto Suárez, de 42 años, murió tras quedar en la línea de fuego, en un tiroteo en una estación de servicio en la avenida Libertador con calle 42. Ese día se conoció que César estaba abasteciendo su carro de gasolina y cuando ya iba a pasar unos hombres se bajaron del carro de atrás y comenzaron a dispararle al que estaba delante de César.
Una de las balas lo alcanzó, el hombre recibió el impacto de bala en la cabeza. César estaba acompañado de su esposa e hijo, cuentan que la mujer gritaba al ver a su esposo en el asiento bañado en sangre.
Los tipos que dispararon huyeron del sitio, mientras que a César lo auxiliaron, pero murió en el camino.