Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Eldric Sella, que participó en los Juegos Olímpicos de Tokio en boxeo en calidad de refugiado, fue recibido por Uruguay, informó el opositor David Smolansky a través de su cuenta en Twitter.
«El boxeador venezolano en condición de refugiado Eldric Sella ha sido recibido por Uruguay. Agradecido con el gobierno de ese país por recibirlo y a ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados) por interceder en este caso», expresó el político.
Y agregó: «Le deseo éxito en esta etapa donde podrá continuar con su disciplina deportiva».
El líder opositor Juan Guaidó había asegurado este lunes que gestionaba el proceso de protección para Sella tras su participación en los Juegos.
«Ya culminados los Juegos Olímpicos Tokio 2020, seguimos atendiendo al caso del boxeador venezolano refugiado Eldric Sella. Tendrá un país que lo reciba y otorgue protección. Agradecemos a ACNUR por interceder y apoyar en este caso», había escrito Smolansky en Twitter.
Según denunció en julio pasado el padre del deportista, Edward Sella, al canal en línea VPI, ACNUR se encontraba «buscando un país que reciba» a su hijo, debido a que Trinidad y Tobago, donde reside desde 2018, se negó a otorgarle una visa debido a que se le venció el pasaporte. «El Gobierno de Trinidad y Tobago dice que no tiene un documento válido para otorgarle la visa porque el documento no es válido», señaló.
Sella, de 24 años, fue uno de los 29 atletas refugiados que participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El venezolano llegó a Japón gracias a las gestiones de ACNUR, el Comité Olímpico Internacional y el otorgamiento de una visa estadounidense.
«Vine como refugiado pero, para mí, yo sigo representando a mi país, a los que se fueron y a los que están ahí y siguen luchando por un mejor país», declaró durante los Juegos. El boxeador cayó en su primer combate frente al dominicano Euri Cedeño en el primer asalto en el peso mediano.
El joven comenzó a boxear a los nueve años cuando un gimnasio cercano a su casa ofreció clases gratuitas a los niños del barrio. En 2012, con 13 años, conoció el triunfo ganando un Campeonato Nacional en el que peleaba contra adolescentes hasta tres años mayores.
Sella había llegado a formar parte de la selección nacional venezolana a los 18 años pero, solo siete meses después, salió del equipo junto a otros compañeros por falta de recursos. En 2018 fue invitado a un torneo de boxeo en Trinidad y Tobago y aprovechó el viaje para solicitar asilo.
Unos 24.000 refugiados y migrantes venezolanos residen en Trinidad y Tobago, muchos de ellos después de afrontar un peligroso viaje por mar en el que más de un centenar de personas murieron en naufragios entre 2018 y 2020.
Una vez en la isla, Sella consiguió diversos trabajos puntuales para ganarse la vida mientras mantenía como podía sus entrenamientos de boxeo. En 2019 se sintió de nuevo boxeador al ganar la medalla de plata en el Campeonato de la Asociación de Boxeo de Trinidad y Tobago.
Espoleado por el triunfo, encontró información en Instagram sobre el primer Equipo Olímpico de Refugiados que compitió en Río 2016 y envió numerosos correos electrónicos hasta que acabó recibiendo una beca del Comité Olímpico Internacional (COI).
«En este programa tendré la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos y representar no solo a mí, sino a millones de personas de todo el mundo que, como yo, se vieron obligadas a dejar atrás su hogar y sus sueños», había dicho Sella en unas declaraciones difundidas por ACNUR.
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