José Miguel Najul | La Prensa.- ¡Aaaleluya, aaaaleluya, ale-lu-ya!, exclamó cantando Marbella Méndez Pineda, de 83 años, justo después de haber puesto sus cuatro dedos y su firma digital para validar su voluntad a favor del referéndum revocatorio.
Ella fue una de los 14 mil 378 electores que validaron su rúbrica para revocar a Maduro, sobrepasando las 12 mil 420 firmas que representan el 1% del Registro Electoral Permanente (REP), suficientes para que Lara alcance el requisito para que la Mesa de la Unidad (MUD) quede como el grupo promotor del proceso refrendario.
Arribaron al dígito en tres días. En la primera jornada alcanzaron 4 mil 033 validados, en la segunda habían llegado a los 9 mil 310, luego de haber recogido otras 4 mil 892. Ayer miércoles lograron hacerlo con 5 mil 453, lo que les da el total de 14 mil 378 que supera por 2 mil 271 el número requerido en la entidad. Es decir, cumplieron con un 115% de lo requerido en 3 de los 5 días otorgados por el ente electoral.
El proceso de validación retomó la marcha inicial luego de haber sufrido un bajón en el ritmo de atención a los electores el día martes.
Luis Ángel Cordero, testigo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las máquinas biométricas, explicó que el lunes el promedio de tiempo era de un minuto 10 a un minuto 15 segundos por cada votante, lo que les permitía, aproximadamente 57 personas por hora; el martes, el tiempo se incrementó a más del doble —más de dos minutos— y sólo estaban pasando 25 personas. Ayer pudieron volver a aceitar el proceso.
Esto fue gracias a una estrategia desplegada por la Unidad que incrementó el número de participación de los jóvenes: pasaban 20 por cada 5 personas de la tercera edad.
Esto se debe no sólo al hecho de que los mayores estén menos familiarizados con los mecanismos tecnológicos, sino a que los abuelos tienen las manos más desgastadas y las máquinas presentan fallas a la hora de reconocer sus huellas dactilares.
Aún así, siguieron los conflictos. Ayer se registraron protestas en la vía hacia Duaca, en la avenida Libertador de Barquisimeto y en el municipio Andrés Eloy Blanco, los tres epicentros de validación en Lara. Algunos dirigentes de la Unidad calificaron estas movilizaciones como tácticas del Gobierno para entorpecer la logística y la movilización de la coalición opositora.
José Colmenárez, del sindicato de obreros de la educación, denunció, por su parte, que el Ministerio amenazó a 600 trabajadores con expulsarlos de la institución por haber participado en el proceso refrendario, y Nerio Moronta, representante de las personas de la tercera edad, comentó que a los abuelos los amenazaron con suspenderles la pensión.
Sin embargo, durante toda la jornada, la Oficina Regional del CNE estuvo repleta de electores.
La cola iniciaba en la puerta del ente y terminaba a cuatro cuadras. La Unidad dispuso de toldos para evitar que los electores sucumbieran ante los cambios climáticos, y colocó sillas para que los mayores esperaran sentados su turno.
El diputado a la AN por el circuito 3 de Lara, Alfonso Marquina, calificó la colocación de las 3 “máquinas ociosas” en Urdaneta como “una muestra de la mala intención del CNE, que con la excusa de hacer más accesible el proceso a los municipios lejanos, aprovechó para enviarlas a un sitio en el que sólo tenían que validar 200 personas”.
Reclamó a las autoridades del ente electoral por el estado de colapso en el que estaban en Iribarren.