Osman Rojas | LA PRENSA.- Con récipes e informes médicos en la mano, Aura Martínez llegó al CDI de Tamaca para buscar una solución fisiológica 0,45 porque su papá la necesitaba para aplicarse un tratamiento endovenoso.
Martínez llegó confiada a la institución, pues siempre le habían ayudado con soluciones para su papá, pero cuando buscó a los doctores, se encontró con una respuesta que no esperaba. “Los insumos son sólo para los pacientes hospitalizados”, le dijeron.
“No lo podía creer, aquí siempre me han ayudado con eso. Mi papá estuvo hospitalizado con una bacteria en el estómago aquí y ellos saben que cuando le da dolor se le calma colocándole suero y antibióticos por la vena. Tengo el antibiótico, pero falta la solución”, dijo con tristeza Martínez.
Algo parecido vivió Juan Carlos Olivares cuando visitó la emergencia en el hospital de Duaca. Allí lo atendieron de maravilla, pero por vez primera no le dieron los medicamentos sino que le entregaron una lista para que resolviera en la calle.
“La escasez también le está pegando a todos por igual. Aquí no hay nada y a los enfermos les toca orar para no morirse esperando el tratamiento”, aseveró Olivares.
La postura que han adoptado los centros de salud en el estado ha causado molestia en la colectividad, aunque, según explican los mismos doctores, esto se hace para estirar al máximos los insumos.
“Se tiene que dejar lo que se tiene única y exclusivamente para emergencias. Ya no se puede estar regalando medicamentos porque hay poco en los inventarios”, explicó Sebastián Rodríguez, doctor en Duaca.