William Croes | LA PRENSA.- El panorama macroeconómico de Venezuela es poco alentador para finales del 2016 e inicio del 2017. El país está inmerso en la peor crisis económica de la historia, en el cual encabeza todas las categorías negativas de la economía como en decrecimiento del producto interno bruto y la inflación superando, incluso, a países que atraviesan guerras civiles.
José Manuel Puente, economista e investigador de la Universidad de Oxford, sostiene que la economía venezolana atraviesa por una fase de colapso, en la cual los indicadores negativos son superiores al nivel de crisis porque entre el 2014 y el 2016 se ha dado una fuerte reducción en la oferta de bienes y servicios de consumo final.
“El Gobierno venezolano tiene 17 años haciendo todo lo que no se debe hacer en materia económica”, expresa Puente, quien participó como ponente en la conferencia organizada por Fundapyme por su 23 aniversario.
El economista y docente universitario señala que los venezolanos padecen las consecuencias del despilfarro de 879 mil millones de dólares provenientes de la renta petrolera más grande de la historia. La dependencia de la explotación del hidrocarburo logró mantener por unos años un modelo rentista en el cual el Estado sustentaba todo. La bonanza petrolera fue tan alta que el Gobierno pasó por alto los pequeños brotes de escasez de productos y de inflación que fueron apareciendo entre el 2002 y el 2009 como un aviso al cataclismo que se avecinaba.
Pese a la opacidad que hay en las instituciones como el Banco Central de Venezuela, el economista advierte que la inflación acumulada puede cerrar en 800 %. Y además señala que las proyecciones por organismos como el Fondo Monetario Internacional estiman que la inflación para el año entrante puede llegar al 2 mil 200 % pulverizando así el salario de los venezolanos que ya es el más bajo de Latinoamérica.