Isabella Delgado | La Prensa.- De la vocación y la esperanza de una reivindicación salarial guindan al menos 6 mil docentes y obreros de los colegios subsidiados pertenecientes a la Asociación Venezolana de Colegios Católicos (Avec) en Lara.
A tres meses de que el presidente Nicolás Maduro firmara la convención única de trabajadores de la educación, la homologación de sus sueldos aún está en estatus de solicitud.
La Avec hizo la solicitud de crédito adicional al Gobierno nacional para honrar los compromisos con los trabajadores de sus 700 instituciones a nivel nacional justo después de la firma de la contratación, hace 110 días. El Ministerio de Educación no se hanegado al ajuste, pero hasta el momento sólo ha dado una respuesta: no hay recursos financieros disponibles.
El aumento que estápendiente es de 65%. El 55% que debió entrar en vigencia en abril, más otro 10% correspondiente a julio. El sueldo de un docente que trabaja la jornada completa de 33,3 horas está entre los Bs. 14.000 y Bs.16.000. Con el aumento el ingreso mensual estaría entre los Bs. 23.000 y Bs.25.000. “Pedimos que se aceleren los procesos burocráticos. Nuestros trabajadores están en condición crítica. Es un tema de humanidad”, destacó Alexis Moreno, director regional de Fe y Alegría, institución que agrupa 10 de los 80 colegios de la Avec en Lara.
Docentes aseguran que con el aumento, que es entre Bs. 6.000 y Bs. 9.000, según el cargo, sólo les alcanza para un kilo de queso y un cartónde huevos. “Hay compañeros que no tienen ni para el pasaje, que comen en el comedor si queda algo porque no tienen alimentos. Tampoco pueden ir a hacer una cola y dejar a los muchachos solos”, destaca Eduardo Alizo, docente de castellano.
Aunque la vocación es la que los mantiene en las aulas, Alizo asegura que hay colegas que han migrado a otras actividades económicas más rentables, lo que califica como entendible: “¿cómo se le dice a un niño que aprenda con hambre y luego a un docente que también enseñe con hambre?”.