En Venezuela, la crisis económica ha generado una transformación en el mercado laboral; sin embargo, esta situación se agrava para un grupo específico de la población, las personas mayores de 45 años, a quienes se les dificulta conseguir un empleo por su edad. Pero quienes sufren doblemente la discriminación son las mujeres, por su edad y por su género.
El edadismo, la discriminación basada en la edad, es un fenómeno cada vez más visible no sólo en el país, sino en el mundo. En Barquisimeto se observan carteles de solicitudes de personas para trabajar en establecimientos comerciales del centro, pero dejan en claro que la edad es entre 18 y 30 años.
En el caso de las empresas privadas, algunas manejan sus propias políticas, teniendo un límite de edades para optar por un cargo. Con indignación, las personas que pasan los 45 años de edad no ven oportunidades laborales.
«No sólo es que en una empresa no te quieran porque tienes más de 45 años, es que ya hasta para hacer trabajos de albañilería tratan de buscar a jóvenes, pues creen que uno no puede hacer el trabajo», comentó Joel Márquez, obrero y que desde hace cuatro años quedó desempleado, luego de una reducción de personal en la empresa donde trabajaba.
Édgar Silva, coordinador nacional del Comité de Derechos Humanos para la Defensa de los Pensionados, Jubilados, Personas, Adultos Mayores y Personas con Discapacidad, sostuvo que uno de los principales problemas que enfrentan los adultos mayores en el país es la marginalización social. Explicó que a menudo la sociedad tiende a ver a las personas mayores como una «carga», que hace que ellos se vean excluidos en espacios laborales, públicos y privados.
Para Luis Marín, director de la organización Pitágoras, que se encarga del reclutamiento y selección de aspirantes a empleos, en los últimos años el edadismo laboral en el país no ha afectado a todas las personas, esto debido a que hay empresas que flexibilizaron el ingreso del nuevo personal debido a la migración.
«Hay empresas que ponen sus reglas y estas son con el límite de edad, pero hay otras que lo que buscan es personas con talento en el oficio o profesión», comentó Marín.
Edadismo y género
Las mujeres sufren doble discriminación, su edad y su género. En algunos establecimientos de Barquisimeto solicitan a jóvenes que no pasen de 30 años.
Emilín Piña, abogada y presidenta de la Fundación Mujer, Tu Voz Tiene Poder, sostuvo que los estereotipos que pesan sobre las personas mayores impactan en la salud de ellos.
«Desde una perspectiva legal se pueden promover diversas opciones para garantizar la inclusión de mujeres a la industria laboral. El artículo 49 de la ley de la mujer lo expresa», dijo Piña.