La producción de hortalizas en Venezuela atraviesa un periodo crítico marcado por una fuerte contracción en los niveles de siembra y una significativa disminución en el consumo. Emilio Breindembach, director de Hortalizas de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), ha señalado que la siembra ha mermado considerablemente. La principal razón es la dificultad de los agricultores para reponer el capital invertido en los cultivos que se perdieron recientemente a causa de las precipitaciones.
El gremio agropecuario detalla que el consumo nacional de hortalizas ha caído en un alarmante 60%. Esta reducción en la demanda es atribuida a dos factores principales: el escaso poder de compra de la población venezolana y, paralelamente, el descenso en las áreas cultivadas. Breindembach comentó que el bajo poder adquisitivo de los ciudadanos ha impactado severamente en la comercialización de estos rubros, haciendo que no se vendan «como antes». Algunos productos esenciales en la dieta, como la papa, la cebolla y el tomate, mantienen una mayor rotación, pero otros como el calabacín, el brócoli y las lechugas han visto mermar significativamente sus ventas.


Fedeagro: Agricultores no cuentan con financiamientos
La merma generalizada en la siembra de verduras y hortalizas ha afectado de manera particular a los estados andinos, zonas históricamente importantes para esta producción. El directivo de Fedeagro precisó que en entidades como Mérida, Táchira y Trujillo se perdieron, al menos, 150 hectáreas de cultivos que resultaron gravemente dañadas por las fuertes lluvias registradas en julio pasado. Enfatizó que el 80% de las siembras en esta región se sustentan en la agricultura familiar, donde las inversiones se realizan con recursos propios ante la ausencia de financiamiento.
La imposibilidad de recuperar esas cuantiosas inversiones representa un obstáculo de gran seriedad para los productores, quienes a menudo perciben por la venta de sus cosechas en «puerta de finca» montos inferiores a los costos de producción. A pesar de este panorama sombrío, agravado por la falta de acceso a créditos, el representante gremial estimó que el país mantendrá el abastecimiento de estos alimentos, aunque reconoció que las cantidades disponibles no serán abundantes. Breindembach ofreció estas declaraciones en una entrevista para Unión Radio.


